Yolanda Díaz anunció este lunes su renuncia a seguir liderando Sumar, partido político que ella mismo impulsó para sustentar el liderazgo del espacio que ocupaba Unidas Podemos dentro del Gobierno de coalición con el PSOE.
La vicepresidenta de Trabajo mantiene sus responsabilidades en el Ejecutivo y también su responsabilidad al frente del grupo parlamentario, donde es presidenta, según informaron Efe y Europa Press.
La sustitución de Díaz al frente del partido debe ser decidida por el Grupo Promotor de Sumar, por mayoría simple, entre los 80 miembros que lo componen. Desde el partido aseguran que este proceso está previsto que se decida en una o dos semanas.
¿Qué implicaciones tiene en el Congreso la dimisión de Díaz?
El Grupo Plurinacional Sumar no es lo mismo que el partido. En el grupo, además de diputados del partido creado por Díaz, hay representantes de otras fuerzas no integrados en Sumar pero que sí concurrieron en coalición en las últimas elecciones generales.
El grupo integra a diputados de Sumar, Izquierda Unida, En Comú, Compromís, Más País-Más Madrid, Chunta Aragonesista y Més per Mallorca. En un inicio formaron parte los diputados de Podemos, hasta su salida al Grupo Mixto al poco de iniciar la legislatura.
La continuidad de Díaz como presidenta del grupo parlamentario, al menos por ahora, puede dar una mayor estabilidad al funcionamiento interno del grupo o incluso en la coalición de Gobierno, donde también sigue como vicepresidenta, en el futuro más inmediato.
Fuentes cercanas a Díaz aseguran que la coordinación dentro del espacio continuará igual que hasta ahora y que la única incógnita será ver cómo queda la organización interna del partido, no del grupo parlamentario.
¿Cómo se organiza Sumar?
De la coordinación y dirección del grupo parlamentario depende, por ejemplo, el sentido de voto de los 27 diputados, o las negociaciones con el resto de formaciones de la Cámara. Por ejemplo, a la hora de buscar apoyos para sacar adelante iniciativas o pactar con el socio de Gobierno.
La organización interna del grupo parlamentario se desarrolla a través de reuniones períodicas de grupo y reuniones semanales de la dirección de grupo, en la que están representados todos los partidos que integran la coalición.
También partidos que concurrieron a las elecciones pero no consigueron representación, como Equo y Alianza Verde.
Además de Yolanda Díaz, presidenta del grupo, cuentan con voz y voto el secretario general, Txema Guijarro, el portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, los portavoces adjuntos Aina Vidal (En Comú), Enrique Santiago (IU), Àgueda Micó (Compromís), Jorge Pueyo (Chunta) y Vicenç Vidal (Més) –estos dos últimos lo son de forma rotatoria–, y los diputados Agustín Santos y Tesh Sidi.
También tienen voz, pero no voto, Florent Marcellesi (Equo), Fernando Rodrigo (Alianza Verde), los dos diputados que forman parte de la Mesa del Congreso –Gerardo Pisarello, de los ‘comuns’, y Esther Gil–, y Lander Martínez, encargado de la coordinación ejecutiva del grupo.
Al poco de echar a andar la legislatura, antes incluso de la salida de los diputados de Podemos, Sumar anunció que trabajaba en un reglamento de organización interna para el grupo parlamentario. Este aún no ha sido presentado
Liderazgos marcados por Díaz
Los liderazgos en el grupo parlamentario, más allá del papel que juega cada organización, están fuertemente marcados por las decisiones de Díaz. Está por ver el impacto que tiene su renuncia o el de los futuros cambios en el partido.
La vicepresidenta construyó las listas electorales pensando, especialmente, en la convivencia y gobernabilidad del grupo parlamentario durante la legislatura y también la propia construcción del partido.
La convocatoria electoral pilló a Díaz sin los deberes hechos y sin haber constituido su partido. La legislatura echó a andar en agosto del año pasado y no ha sido hasta este marzo cuando se celebró la asamblea fundacional que la eligió como coordinadora. Ha durado menos de tres meses.
Díaz se rodeó de perfiles de confianza que luego han acabado integrando la dirección del propio partido.
Íñigo Errejón
Salió de Podemos para fundar Más Madrid, de implantación territorial, e impulsó después Más País para presentarse a las elecciones generales de diciembre de 2019.
Fue el artífice de las alianzas con fuerzas regionales como Chunta, Compromís, Més o Proyecto Drago, que más tarde dieron cuerpo al proyecto de Sumar.
Empezó la legislatura en un segundo plano dentro del grupo, y a los meses sustituyó como portavoz del grupo a Marta Lois, otra persona de confianza de la vicepresidenta segunda, cuando fue designada para liderar la candidatura del partido en las elecciones gallegas.
Txema Guijarro
Decir que es la mano derecha de Díaz quizás es quedarse corto. Es la voz, ojos y oídos de la vicepresidenta en el grupo parlamentario, incluso desde la pasada legislatura, antes de que naciera Sumar.
Su lealtad a la vicepresidenta lo enfrentó con sus compañeros de Podemos, de donde acabó saliendo. Es actualmente secretario general del grupo.
Portavoces ‘fichados’ por Díaz
La renovación de lo que en su día fue la bancada de Unidas Podemos ha sido, principalmente, a partir de las incorporaciones que Díaz realizó a su proyecto político.
Suyos han sido ‘fichajes’ como el que fuera director del gabinete económico del sindicato Comisiones Obreras, Carlos Martín Urriza, al que la vicepresidenta le ha encomendado las responsabilidades en materia de política económica.
Para la portavocía laboral, Díaz situó a la que había sido directora general de Trabajo desde su llegada al Ministerio, Verónica Martínez Barbero, inspectora de Trabajo y Seguridad Social en excedencia.
También ocupa un papel relevante en el funcionamiento del grupo el portavoz de Sanidad, Rafael Cofiño, también responsable de esta materia a nivel orgánico y con reconocida trayectoria en gestión sanitaria.
Mención especial es el papel de Manuel Lago, que entró al grupo tras la renuncia de Marta Lois, y al que Díaz considera uno de sus mentores. Es portavoz ante la Comisión de Industria y Turismo.