La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha evaluado que tras un año del desastre ocasionado por la dana el pasado 29 de octubre, aún persiste una gran parte de la provincia de Valencia sin recuperarse, afectando más del 40% de las explotaciones, empresas e infraestructuras agrícolas. Este fenómeno devastador dejó un saldo de 229 víctimas mortales.
Con el aniversario de la catástrofe acercándose, desde AVA-Asaja se subraya que “las obras de reconstrucción van para largo, pese al esfuerzo de las administraciones, sobre todo del Ministerio y la Conselleria de Agricultura, y siguen pendientes las infraestructuras hidráulicas que la dana ha evidenciado que hacían falta para minimizar el impacto ante futuras riadas”.
Según comunicados de AVA, las granjas fueron las primeras en ser restauradas casi en su totalidad, dada la necesidad imperiosa de mantener la alimentación de los animales. Los caminos principales y las asociaciones de riego también se priorizaron para asegurar el riego y las labores vitales de cultivo.
A pesar de estos esfuerzos, todavía quedan miles de campos, especialmente de viñedos, cítricos y olivares, así como invernaderos y sistemas de riego, que no han sido completamente restaurados. En muchos casos, los agricultores han solicitado ayuda al Ministerio, gestionada por la empresa pública Tragsa, para acelerar las reparaciones de sus propiedades usando sus propios medios o contratando servicios externos. Sin embargo, “la tardanza en recibir estas compensaciones está retrasando estas obras, en caso de tenerlas concedidas, ya que muchos afectados no han sido ni siquiera incluidos en los listados de beneficiarios”.
En relación a los que esperan las reparaciones de Tragsa, se les advierte que podrían enfrentar esperas de meses o incluso años debido al volumen de trabajo pendiente. En el caso de las hectáreas de arroz afectadas, que suman 120, se espera que las reparaciones finalicen a tiempo para la próxima temporada de siembra.
Además, según informes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), más de 300 hectáreas de cultivo continúan devastadas y serán transferidas al Dominio Público Hidráulico (DPH), lo que implica que no volverán a ser productivas. Desde AVA-Asaja se ha instado al Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) a establecer una línea adicional de ayudas para estos damnificados.
El presidente de la organización, Cristóbal Aguado, ha expresado su preocupación por la lenta reconstrucción en las áreas rurales más afectadas y ha mencionado que, aunque Tragsa está empleando todos los recursos posibles, la prioridad sigue siendo la red de caminos y algunos campos tardarán aún uno o dos años en comenzar la recuperación del arbolado. Aguado también ha subrayado los desafíos que representa la erradicación de cañas que han invadido los campos desde los barrancos, y ha resaltado la importancia de actuar rápidamente para evitar el desánimo y el abandono, especialmente entre los agricultores de mayor edad o con parcelas pequeñas.
Finalmente, AVA enfatiza la necesidad de acelerar al máximo la recuperación y de implementar las infraestructuras hidráulicas que lleva décadas reivindicando. Esto incluiría la construcción de más presas, diques y canalizaciones, así como una gestión más razonable de los cauces y barrancos para prevenir futuros desastres.