Un equipo de investigación del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC), en colaboración con el Instituto de Investigacións Mariñas (IIM-CSIC), las universidades de Málaga y Cádiz, y entidades internacionales, ha evidenciado que la presencia de residuos plásticos altera significativamente la estructura y la función fisiológica de los mejillones (Mytilus galloprovincialis) en Galicia.
De acuerdo con un comunicado del IEO, el estudio, llevado a cabo en la Ría de Vigo, revela que los macroplásticos, especialmente las películas de polietileno y los filamentos de nailon, impactan directamente en procesos vitales y la estabilidad de los bancos de mejillón.
Los experimentos con altas concentraciones de filamentos de nailon resultaron en una notable disminución de las tasas de respiración y filtración, cruciales para el metabolismo del mejillón.
Aunque en menores cantidades, el plástico puede beneficiar la creación de estructuras más complejas por parte de los mejillones, un exceso de estos materiales compromete su estabilidad, limitando su movilidad y su habilidad para formar estructuras tridimensionales cohesivas. Por otro lado, las películas de polietileno tuvieron un impacto más leve en comparación.
“Los hallazgos de este trabajo subrayan la necesidad de incorporar los macroplásticos bentónicos en la gestión y evaluación ambiental y de abordar la contaminación por plásticos desde una perspectiva ecosistémica, que contemple no solo la biodiversidad, sino también los procesos funcionales que sostienen la estabilidad y productividad de los ecosistemas costeros”, ha señalado Eva Cacabelos, coautora del estudio y técnica en el Centro Oceanográfico de Vigo del IEO-CSIC.











