El conjunto de productores de cerdo en Galicia calcula que el impacto económico de la caída de las cotizaciones alcanza ya los 1,5 millones de euros a la semana, como consecuencia directa de los focos de peste porcina africana detectados en jabalíes en Cataluña.
En este escenario, el presidente de Fegapor, Pablo Meijomín, advierte de que “Sabemos que diciembre va a ser horrible y 2026 un año muy malo”.
En declaraciones a Europa Press, el responsable de la federación gallega de porcino explica que las cotizaciones de referencia han sufrido un recorte de 20 céntimos por animal: primero 10 céntimos en una mesa extraordinaria celebrada en Lleida el lunes y otros 10 céntimos adicionales el jueves. Según detalla, esta rebaja implica, en función del peso, “entre 25 y 30 euros por cada uno producido” en las granjas gallegas.
Con una producción semanal en Galicia de unos 60.000 cerdos —en torno a 3 millones al año—, esas variaciones en el precio suponen un quebranto de aproximadamente 1,5 millones de euros por semana, una cantidad que el sector deja de ingresar en estos últimos días, según los cálculos de la organización.
A este deterioro de los ingresos se suma, advierte Meijomín, que “hay mataderos que ya están pagando por debajo del precio de referencia”, el mismo que se marca en la mesa de Lleida y que sirve de guía para las operaciones en el mercado.
En paralelo, las exportaciones se encuentran en gran medida bloqueadas. El dirigente sectorial recuerda que “todo” lo que se enviaba a Japón, tanto desde Coren como desde “dos o tres mataderos portugueses” abastecidos “100%” con ganado porcino gallego, permanece “parado”, lo que agrava la presión sobre los productores.
“BUSCAR ALTERNATIVAS” Y NUEVOS DESTINOS
El sector permanece “expectante” ante las gestiones que está llevando a cabo el Ministerio de Agricultura, con la esperanza de que países como Japón y México, entre otros, acepten aplicar el principio de regionalización. El objetivo es que no cierren sus fronteras a las importaciones procedentes de aquellas zonas de la Península Ibérica donde no se ha registrado ningún caso de peste porcina africana.
De cara al próximo año, Pablo Meijomín considera que, “o se abren nuevos mercados” o “va a ser un año muy malo” para las explotaciones. A su juicio, el propio sector “va a tener que autorregularse” y adoptar decisiones como “dejar de traer lechón del resto de Europa”, con el fin de ajustar la oferta a la situación actual.
En esta línea, insiste en la necesidad de “buscar alternativas” comerciales y señala a China como un destino con margen para aumentar las ventas de carne de cerdo gallega, siempre que se logren las condiciones sanitarias y de mercado necesarias.











