El Tratado de Maastricht, firmado hace treinta años, inauguro la nueva Europa al declarar que el objetivo de la nueva UE sería la creación de “una unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa”. En esta frase se encuentran los dos principios que han guiado, y deben seguir guiando, al proyecto europeo.
En primer lugar, que la Unión Europea existe para agrupar a todos los europeos que comparten valores democráticos y que comparten el deseo de vivir en un continente en paz. En segundo lugar, que el objetivo de la Unión es promover la cooperación entre estos pueblos para garantizar su seguridad y prosperidad. Estos dos aspectos de la presente etapa del proyecto europeo, su ampliación e integración efectiva, son los que dominarán la próxima legislatura europea.
Recientemente, altos cargos europeos, desde la presidencia de la Comisión hasta la del Consejo, han promovido retomar el proceso de ampliación de la UE. Claramente, la invasión rusa de Ucrania en 2022 ha vuelto a poner el foco en este tema olvidado en la capital comunitaria.
Altos cargos europeos, desde la presidencia de la Comisión hasta la del Consejo, han promovido retomar el proceso de ampliación de la UE
Aun así, la ampliación no se debe ver únicamente como una política de disuasión frente a una Rusia expansionista, aunque esto sea uno de sus muchos beneficios. Al empezar el proceso de accesión para los ocho países (Turquía tiene pocas posibilidades de avanzar) que han sido otorgados el estatus de candidato, la Unión Europea está cumpliendo con su misión primordial y una obligación moral con nuestros vecinos europeos.
Esta obligación moral de acoger a todos los demócratas europeos, aunque nos parezca una política insignificante, es crucial para millones de personas en Europa que no tienen el privilegio de formar parte de nuestra Unión.
Ampliación de la UE
Si alguno duda de la importancia de la UE como faro de esperanza y libertad, solo debe hablar con un ucraniano o ver cómo gente de a pie en Georgia defiende nuestra bandera. Es evidente que ampliar la Unión Europea no es solo una política para expandir el mercado común o mejorar la situación económica en los países candidatos. En este momento histórico ampliar la Unión Europea es extender esta zona de libertad y paz única en la historia de Europa a aquellos europeos que claman por ella y que llevan décadas esperando entrar.
Es importante recalcar que la ampliación no solo servirá para llevar las fronteras europeas hasta Georgia o a todos los Balcanes, sino que servirá para motivar y justificar la necesaria reforma de la UE que tendrá que comenzarse en los próximos cinco años.
La ampliación no solo servirá para llevar las fronteras europeas hasta Georgia o a todos los Balcanes, sino que servirá para motivar y justificar la necesaria reforma de la UE
Hace ya tiempo, en algunos casos desde el Tratado de Maastricht, era necesario reparar ciertas partes de la maquinaria europea. Tomemos como ejemplo la política exterior y de seguridad de la UE: su rígido planteamiento intergubernamental ha prevenido la adaptación de sanciones contra los combustibles fósiles rusos o la creación de una posición común sobre la guerra en Oriente Medio.
¿Si este sistema falla en fomentar la cooperación y entendimiento entre 27 como será posible que funcione con 34? He aquí la raison d’être para la próxima reforma de la Unión Europea: preparar a la UE para su futura ampliación.
Dado que ciertos gobiernos euroescépticos, como la Hungría de Orbán, pondrán trabas en cualquier intento de reformar e integrar más profundamente la Unión Europea, es clave que Europa tenga un objetivo para asegurar que este esfuerzo llega a buen puerto.
Existen varios planes para esta reforma, desde la posibilidad de una Europa integrada a varios niveles (como ocurre ya con la zona euro y Schengen) promovida por un el grupo de trabajo Franco-Alemán o la integración más directa abogada por varios eurodiputados en su propuesta de reforma de los tratados de la UE.
Es altamente probable que en la próxima legislatura los lideres europeos decidan empezar un nuevo proceso de reforma pero este proyecto tendrá más posibilidades de éxito si se vincula con el objetivo de que la Unión Europea este lista para ampliarse antes de 2030, como ya pidió Charles Michel.
La UE y la geopolítica
Las elecciones europeas aún no han ocurrido y mucho dependerá de los resultados que salgan de las urnas en junio. Lo que está asegurado es que la agresión rusa de 2022 ha marcado un antes y un después en Europa. Ya no podemos ignorar el clamor de los países candidatos, algunos llevan esperando décadas.
La ampliación es claramente un acto geopolítico, terreno incómodo para la UE, pero si queremos proteger nuestro proyecto debemos ir más allá. No solo vale iniciar negociaciones para dejarlas morir de inactividad, sino que en los próximos años la visión al exterior de Europa tiene que cambiar.
En un mundo de grandes potencias como Rusia, China o EE. UU ya no podemos contentarnos con una Unión que funciona, sino que debemos ampliar y reformarla para que pueda protegernos y promover nuestros intereses en el terreno global.
En un mundo de grandes potencias ya no podemos contentarnos con una Unión que funciona, sino que debemos ampliar y reformarla para que pueda protegernos y promover nuestros intereses
Los próximos cinco años van a ser claves para Europa, para los países de la UE, pero también para los millones de europeos que esperan a sus puertas deseosos de participar en este experimento.
La presidenta Von der Leyen dijo en su discurso del estado de la Unión que sin los países candidatos “nuestra Unión no está completa” y no le faltaba razón. Si de verdad creemos que la Unión Europea es de lo mejor que le ha pasado recientemente a nuestro país y nuestros vecinos, debemos querer expandir sus beneficios a todos los que los deseen.
Aun así, tenemos que darnos cuenta de los fallos y debilidades de nuestro proyecto y así arreglar nuestra ‘casa común’ antes de someterla a la tensión de una ampliación sin precedentes.
De esta manera, con ampliación y reforma, podremos crear una UE que esté preparada para defender nuestro continente y cumplir su promesa de ser “una Unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa”.
SOBRE LA FIRMA Íñigo Bailón González es Graduado en Historia en la Universidad de Oxford y actualmente es director del proyecto sobre ampliación y reforma de la UE en Equipo Europa. Iniciará próximamente estudios de IRD en el Colegio de Europa.