En una reciente sesión plenaria del Parlamento andaluz, José Antonio Nieto, consejero de Justicia de la Junta de Andalucía, expresó su deseo de que «ojalá la ministra de Igualdad hubiera tenido la valentía, la honestidad y la humanidad de Rocío Hernández» al abordar los problemas con las pulseras antimaltratadores, en contraste con la actuación del Gobierno andaluz frente a los retrasos en el diagnóstico precoz del cáncer de mama. Nieto destacó la respuesta de la Junta ante las complicaciones surgidas en el cribado de esta enfermedad.
La situación llevó a Rocío Hernández, consejera de Salud y Consumo, a presentar su renuncia, la cual fue aceptada por el presidente de la Junta, Juanma Moreno. Este último ha revisado los detalles del programa de detección precoz, que atiende anualmente a medio millón de mujeres en Andalucía, de las cuales aproximadamente 2.000 son diagnosticadas precozmente con cáncer.
Moreno ha reafirmado el compromiso de su gobierno con el cribado, que considera vital para salvar vidas. Recientemente, se han identificado casos de mujeres que no fueron informadas a tiempo sobre los resultados de sus pruebas. Ante esta incertidumbre, Moreno ordenó una investigación para esclarecer los hechos y modificó de inmediato los protocolos para asegurar que todas las pacientes sean informadas telefónicamente sobre sus resultados, una medida implementada desde el jueves pasado.
«Esto se está haciendo desde el jueves, por lo que la inmensa mayoría de ellas ya conocen su situación e incluso tienen cita para una nueva prueba», explicó Moreno, destacando que aunque la mayoría de las pruebas dudosas resultan negativas, la detección temprana es crucial para aquellas que puedan ser positivas.