El Congreso de los Diputados ha dado el visto bueno para comenzar el proceso de aprobación del renovado Estatuto de Castilla-La Mancha, contando con el respaldo de 288 de los 335 legisladores presentes, incluyendo a PSOE, PP, Sumar, PNV, Coalición Canaria y José Luis Ábalos. La votación también registró 34 votos en contra, principalmente de los 33 diputados de Vox y uno de UPN, y 13 abstenciones de ERC, Podemos, BNG y una representante de Compromís, mientras que Junts y Bildu decidieron no participar en la votación.
La sesión se inició con la participación de Emiliano García-Page, Isabel Abengózar por los socialistas y Paco Núñez por el Partido Popular, quienes expusieron sus posturas ante el pleno. A pesar de un pacto firme entre PSOE y PP, las intervenciones reflejaron la persistente rivalidad entre ambos partidos.
Paco Núñez expresó su visión del Estatuto como una plataforma para el cambio en la región con declaraciones como “La base del cambio político y social que merece Castilla-La Mancha” y “un nuevo Estatuto para un nuevo tiempo”. Por su parte, Emiliano García-Page defendió la legitimidad del PSOE en este proceso y destacó el consenso alcanzado. Ana Isabel Abengózar, por su lado, enfatizó que el Estatuto promueve la igualdad y regula la “identidad rural”.
VOX Y SU FIRME OPOSICIÓN
Manuel Mariscal, de Vox, criticó vehementemente el Estatuto, calificándolo de “nueva estafa del bipartidismo” y escenificó su desacuerdo rompiendo un folio en la tribuna.
PODEMOS Y SUMAR: ENTRE LA ABSTENCIÓN Y LA APROBACIÓN CONDICIONAL
Javier Sánchez Serna, de Podemos, optó por la abstención y criticó el acuerdo bipartidista PSOE-PP. Engracia Rivera, de Sumar, aunque avanzó un voto positivo, señaló que esperan que se atiendan sus demandas sobre vivienda y derechos reproductivos.
CONSENSO ENTRE PP Y PSOE
Enrique Belda, del PP, y Sergio Gutiérrez, del PSOE, destacaron la colaboración entre ambos partidos para avanzar el Estatuto, aunque Gutiérrez aprovechó para contestar a las críticas de Vox, tachándolas de ignorantes.
Los partidos independentistas, aunque no intervinieron, no obstruyeron el proceso, con la excepción de la abstención de ERC.











