El ejecutivo alemán ha decidido redirigir 3.000 millones de euros originalmente destinados a fomentar la industria de semiconductores, hacia la reparación de infraestructuras clave como calles y puentes. Esta cantidad forma parte del fondo que el anterior Gobierno, presidido por Olaf Scholz, había reservado para potenciar el sector de los microchips.
El plan original, valorado en 15.000 millones de euros y previsto entre 2025 y 2028, tenía como objetivo revitalizar la industria y disminuir la dependencia de los mercados asiáticos. Según datos de 2024, la Unión Europea producía solo el 8,1% de los semiconductores a nivel mundial, aunque la legislación europea tiene como meta alcanzar el 20% para el año 2030.
A pesar de estos planes, el proyecto ha enfrentado varios obstáculos, incluyendo la anulación de una inversión planeada de 30.000 millones de euros por parte de Intel para una nueva fábrica en Magdeburgo, ubicada al este de Alemania.
Hasta la fecha, el Gobierno de Berlín ha aprobado subsidios por valor de 2.000 millones de euros, pero aún no los ha distribuido, aunque numerosas empresas han mostrado interés, superando las expectativas iniciales del Gobierno.
Un portavoz de Infineon, compañía alemana, comunicó a ‘Bloomberg’ que los proyectos que ya cuentan con financiación o que la habían solicitado no serán afectados por estos cambios en la asignación del presupuesto.