En un plazo de 20 años, para 2045, España se posicionará como el miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que más porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB) destinará a las pensiones, si no se realizan reformas estructurales, manteniendo este liderazgo al menos hasta 2060, conforme a las últimas estimaciones del ‘think tank’ que agrupa a las economías más desarrolladas.
El informe ‘Panorama de las Pensiones 2025’ de la OCDE estima que el porcentaje del PIB español destinado a pensiones aumentará progresivamente desde el 13,7% en 2025, situándose en tercer lugar, hasta alcanzar el 16,9% en 2045, superando a todos los países de la organización. Posteriormente, se prevé que este porcentaje alcance el 17,3% en 2050, para luego ajustarse ligeramente a 17,2% en 2055 y volver al 16,9% en 2060.
Este incremento posicionaría a España por encima de Italia, que se espera que alcance un 16,5% en 2045, y de Portugal, con un 15,1%. En el informe se detalla que para 2060, países como Bélgica, Austria e Italia registrarán porcentajes de 15,4%, 14% y 13,7% respectivamente, del PIB destinado a pensiones.
La OCDE también alerta sobre el creciente desfase entre los gastos en pensiones y las cotizaciones a la seguridad social en España, que podría ampliarse si no se implementan reformas. Las proyecciones de la AIReF indican que el gasto en pensiones podría incrementarse en 3,2 puntos porcentuales del PIB de aquí a 2050, lo que generaría un déficit de financiación persistente.
Adicionalmente, el informe subraya el impacto del envejecimiento demográfico en la presión fiscal sobre los sistemas de pensiones a nivel global, en un contexto de alta deuda pública y demandas de gasto crecientes. En este contexto, el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, ha enfatizado la necesidad de prolongar la vida laboral para asegurar la sostenibilidad financiera de los sistemas de pensiones y el crecimiento económico.










