Este jueves, el Parlamento Europeo ha aprobado la propuesta que establece la prohibición de importar gas ruso a partir del 1 de enero de 2026. Esta medida permite que los operadores energéticos puedan alegar “fuerza mayor” para terminar los contratos vigentes con empresas rusas.
Las Comisiones de Industria, Investigación y Energía y de Comercio Internacional han respaldado el plan de la Comisión Europea, que afecta tanto al gas natural transmitido por gaseoductos como al gas natural licuado (GNL).
La decisión fue tomada con 83 votos a favor, 9 en contra y una abstención, y abre la puerta a negociaciones con los estados miembros de la UE para detallar la regulación.
Respecto a las excepciones, se contempla permitir los contratos a corto plazo vigentes hasta el 17 de junio de 2026 y los contratos a largo plazo hasta el 1 de enero de 2027, siempre que estos se hayan firmado antes de junio de este año y no hayan sido modificados.
Además, la Eurocámara busca prohibir las importaciones de crudo y petróleo ruso desde la misma fecha, exigiendo una autorización previa de las autoridades aduaneras y la verificación del país de origen para estas importaciones.
Los eurodiputados también proponen vetar el almacenamiento temporal de gas natural ruso en instalaciones de la UE a partir del 1 de enero de 2026, solicitando a los operadores que proporcionen más evidencia a las autoridades aduaneras sobre el país de producción del gas antes de su importación o almacenaje.