El último informe de Cushman Wakefield, ‘Strategic Sector Signals’, destaca al sector de la defensa como el principal impulsor de la expansión industrial en España y Europa.
El análisis señala que, además de la defensa, la energía limpia, los materiales críticos y las ciencias de la vida son los ejes centrales que están motivando un aumento en la demanda de espacios industriales y logísticos en el continente.
La industria de la defensa está al frente de esta expansión, impulsada por un incremento sin precedentes en el gasto público y por nuevas políticas europeas que fomentan la producción dentro de la UE.
Este año, todos los países miembros de la OTAN alcanzarán por primera vez el objetivo del 2% del PIB destinado a defensa, y en la cumbre de junio en La Haya se resolvió incrementar esa inversión al menos al 3,5% del PIB para 2035, con una meta final de 5%.
Desde principios de 2024, el 54% de las nuevas instalaciones en el sector defensivo corresponderá a ampliaciones de fábricas existentes, el 16% a reconversiones de edificios y el 26% a nuevas construcciones.
Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, España y Suecia siguen siendo los principales polos industriales, mientras que países como Polonia y Rumanía emergen como nuevos centros estratégicos tras el conflicto en Ucrania.
Sally Bruer, responsable de investigación logística en Cushman Wakefield, indica que la inversión en defensa está creando ‘necesidades inmediatas de soluciones inmobiliarias industriales y logísticas’, requiriendo un equilibrio entre seguridad, regulación y eficiencia a largo plazo.
El auge de la energía limpia, potenciado por el Net-Zero Industry Act de la UE, es notable especialmente en la producción solar, eólica y de pequeños reactores nucleares, con Alemania, Dinamarca, Francia y España a la cabeza. La Península Ibérica destaca en la fabricación de componentes eólicos y el puerto de Bilbao se posiciona como un punto estratégico clave para el suministro marino.
En cuanto a los materiales críticos, la nueva Critical Raw Materials Act busca fortalecer la independencia europea, con España sobresaliendo en la instalación de gigafactorías y centros de reciclaje de baterías relacionados con la automoción eléctrica y el almacenamiento energético.
En el ámbito de las ciencias de la vida, Barcelona y Madrid consolidan su posición como clústeres de innovación biomédica, reafirmando el creciente papel de España en sectores de alto valor añadido.
Pere Morcillo, director de Industrial y Logística de Cushman Wakefield España, afirma que ‘la combinación de objetivos de sostenibilidad, autonomía estratégica y reindustrialización europea está generando un nuevo ciclo de oportunidades para el mercado inmobiliario industrial y logístico, donde España juega un papel central’.











