La Comisión Europea estima que será necesario movilizar anualmente 695.000 millones de euros en inversiones energéticas desde 2031 hasta 2040 para cumplir con la meta climática de la UE de reducir en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1990.
De acuerdo con los recientes informes sobre el Estado de la Energía y Acción por el Clima, la adopción de energías renovables en los países miembros es esencial no solo para reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados, sino también para mejorar la competitividad.
La transición hacia una economía más verde ayudará a los países de la UE a alejarse de los precios inestables de los combustibles convencionales. Según datos de la UE, la instalación de nueva capacidad en energía solar y eólica entre 2021 y 2023 ha permitido ahorrar 100.000 millones de euros a los consumidores.
Además, se ha observado que cada 1% de aumento en la eficiencia energética en ese periodo ha resultado en una reducción del 2,6% en la importación de gas.
Bruselas ha recordado también que los objetivos de emisiones para 2030 son de una reducción del 55%, y que para entonces, al menos un 42,5% del mix energético debe provenir de fuentes renovables. Para alcanzar estas cifras, será fundamental completar la Unión de la Energía.
La UE ha reiterado, a través de estos informes, que está en la dirección correcta para alcanzar su objetivo climático de 2030, habiendo logrado una reducción del 2,5% en las emisiones de gases de efecto invernadero en 2024 respecto a 2023, y ha subrayado el «papel crucial» de las energías limpias para lograr la seguridad, la independencia energética, la competitividad y la neutralidad climática.
















