Amnistía Internacional ha destacado que el reciente ataque en Labodri, Haití, donde más de 40 personas perdieron la vida y varias viviendas fueron incendiadas por pandillas, es un “recordatorio doloroso” de la ineficacia gubernamental para salvaguardar a sus ciudadanos.
“La masacre ocurrida en Labodri es un recordatorio doloroso de la precaria protección estatal en Haití”, afirmó César Marín, director de Campañas para las Américas de la ONG, quien insistió en que ni la comunidad internacional ni las autoridades locales pueden ignorar los repetidos crímenes horribles contra civiles. “Exigimos acciones inmediatas que garanticen protección efectiva y justicia para las víctimas”, expresó Marín, subrayando el derecho de los haitianos a vivir seguros y dignos, libres del miedo a violencia pandillera.
La organización condenó la respuesta tardía a estos eventos, que continúa el ciclo de impunidad y pone en riesgo a más comunidades como Labodri. Reclamaron a las pandillas que cesen sus ataques y solicitaron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas intervención para asegurar los Derechos Humanos.
Además, subrayó la necesidad de que la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Comunidad del Caribe (Caricom), países donantes y el gobierno haitiano intensifiquen su labor para hallar soluciones duraderas que incluyan a la sociedad civil activamente.
El ataque, que tuvo lugar entre la noche del 11 de septiembre y la madrugada del 12 de septiembre, fue atribuido a la coalición criminal Viv Ansanm, implicada en numerosos incidentes violentos recientes.











