Un mínimo de 26 migrantes han perdido la vida tras el hundimiento de un barco cerca de Lampedusa, Italia, de acuerdo con los primeros reportes, que también mencionan aproximadamente 20 personas desaparecidas a raíz de este trágico suceso.
La Guardia Costera italiana ha comunicado que el balance es provisional y que se está actualizando, ya que las operaciones de búsqueda y rescate continúan activas, y hasta ahora han logrado rescatar y llevar a tierra a 60 individuos.
En el esfuerzo de búsqueda y rescate participan cuatro embarcaciones patrulleras de la Guardia Costera y una unidad naval de Frontex. Además, desde el aire colaboran un helicóptero y un avión de la Guardia Costera, junto con otra aeronave de esta agencia de la Unión Europea.
El incidente ocurrió aproximadamente a 14 millas al sur de Lampedusa. Durante la madrugada, partieron dos barcos desde Trípoli, capital de Libia. Uno de ellos comenzó a hundirse, lo que obligó a los migrantes a trasladarse al otro barco, que también volcó antes de la llegada de los rescatistas.
La agencia de noticias ADNKronos ha revelado que entre las víctimas se encuentra un bebé recién nacido y tres adolescentes. También ha mencionado que entre 15 y 20 personas están desaparecidas, según relatos de los supervivientes.
Matteo Piantedosi, el ministro del Interior de Italia, ha expresado su pesar por esta nueva tragedia, calificándola de profundamente triste y ha destacado la necesidad urgente de prevenir estos peligrosos viajes por mar. Ha subrayado la importancia de combatir la especulación despiadada de los traficantes de personas. Matteo Piantedosi ha declarado en la red social X que es su deber continuar luchando con determinación contra este tráfico inhumano y proteger a las posibles víctimas.
Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a través de su portavoz Filippo Ungaro, ha manifestado su profunda angustia por este enésimo naufragio y ha instado a los gobiernos a facilitar más vías legales de migración.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), alrededor de 675 migrantes y refugiados han muerto este año en el Mediterráneo central, cifra que no incluye este último siniestro.
















