QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
António Guterres, secretario general de la ONU, ha lanzado una advertencia preocupante el lunes, señalando que se están derrumbando todos los recursos que mantienen viva a la gente en Gaza, en clara alusión al bloqueo impuesto por Israel, que bloquea el ingreso de asistencia humanitaria a este territorio para ejercer presión sobre las milicias palestinas que retienen a varios israelíes como rehenes.
«Lamenta las crecientes noticias de niños y adultos afectados por la malnutrición», comunicó el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en una rueda de prensa en Nueva York.
«Israel tiene la obligación de permitir y facilitar por todos los medios a su disposición la entrega de ayuda humanitaria proporcionada por Naciones Unidas y por otras organizaciones humanitarias», añadió Dujarric. Guterres condena la violencia actual, con tiroteos, asesinatos y lesiones causadas a la gente que intenta obtener alimentos para sus familias. «Los civiles deben ser protegidos y respetados, y jamás deben ser atacados. La población de Gaza padece una carencia grave de las necesidades vitales básicas», enfatizó.
Guterres, a través de Dujarric, también se refirió a la orden de evacuación israelí en algunas áreas de Deir al Balá, en el norte de la Franja de Gaza, donde decenas de miles de desplazados deben huir nuevamente en condiciones más desesperadas. Denunció que dos instalaciones de la ONU en Deir al Balá fueron bombardeadas a pesar de que se había informado a las partes sobre la ubicación de estas, que son inviolables.
Guterres ha pedido la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y ha ofrecido incrementar significativamente las operaciones de entrega de ayuda humanitaria. «El momento del alto el fuego es ahora», remarcó.
OFENSIVA EN DEIR AL BALÁ
Guterres mencionó el inicio de una ofensiva terrestre en Deir al Balá, zona que podría albergar a algunos de los rehenes capturados desde el 7 de octubre de 2023. Recordó que allí se encuentra la planta de desalinización y otras infraestructuras esenciales para el suministro de agua potable. «La pérdida de esta instalación sería catastrófico para la gente que depende de ella para tener agua potable», indicó, añadiendo que el 80 por ciento de las instalaciones de agua, alcantarillado e higiene están en zonas militarizadas o evacuadas por Israel. El 93 por ciento de los hogares en Gaza carecen de acceso a agua potable.
Además, más del 87 por ciento del territorio de Gaza está afectado por las órdenes de evacuación israelíes, afectando a unos 2,1 millones de personas en zonas fragmentadas con servicios limitados. Las agencias de la ONU estiman que unos 1,35 millones de gazatíes necesitan refugio y enseres domésticos, pero no se ha permitido la entrada de suministros destinados a este fin en los últimos 140 días. Respecto al combustible, Israel permitió la entrada de un convoy de camiones cisterna este mes, pero la cantidad es insuficiente, por lo que Guterres ha solicitado más convoyes.
