El mandatario serbio, Aleksandar Vucic, ha expresado su insatisfacción con Moscú tras recibir una propuesta de acuerdo para el suministro de gas que expira a finales de este año, después de extensas negociaciones. La colaboración previa con Gazprom, que permitía a Serbia acceder al gas ruso durante tres años, ha sido reducida a solamente tres meses en el contexto de las sanciones impuestas por Occidente a entidades rusas y la persistente invasión a Ucrania.
Vucic ha instado a los ciudadanos a mantener la calma y ha prometido buscar alternativas, aunque reconoció no tener aún una solución, en palabras recogidas durante una entrevista en el tabloide Informer. A pesar de las dificultades, el presidente serbio anticipa nuevas negociaciones con Rusia este lunes, esperando antes recibir nuevas propuestas del país eslavo.
El contexto se complica aún más con las recientes sanciones del Departamento del Tesoro de EE.UU. a la petrolera serbia NIS, de la que Rusia es copropietaria, lo que dificulta las negociaciones. “NIS informa al público que no ha obtenido la Licencia Especial del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos que permite realizar operaciones comerciales ininterrumpidas”, declaró la empresa.
En respuesta a este escenario, Vucic ha solicitado a Washington y Moscú que resuelvan sus diferencias. “Tenemos que sacar las castañas del fuego, ni culpables ni endeudados. No tenemos ninguna culpa en este conflicto geopolítico”, afirmó. Además, ha justificado sus diálogos con Rusia señalando que ha estado pidiendo soluciones a los estadounidenses durante meses.
“Los estadounidenses nos dijeron que firmáramos: no les impondríamos sanciones, solo firmen la nacionalización. No pude dar mi palabra, es lo último que haríamos. No robamos la propiedad ajena. Serbia se enorgullece de su ordenamiento jurídico”, explicó respecto a un posible cambio en la propiedad de la petrolera serbia.