En el marco de la 30ª Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30), España y Francia han introducido una iniciativa, apoyada por otros países, para establecer un impuesto adicional a los vuelos de lujo, incluyendo tanto los billetes de primera clase como los aviones privados.
“Quienes contaminan más deben aportar más. Un impuesto a los vuelos premium generaría miles de millones para resistencia y adaptación climáticas y desarrollo sostenible”, ha declarado María del Mar Fernández-Palacios, embajadora española en Brasil, durante el evento celebrado en Belém, Brasil.
La propuesta ha sido también defendida por Benoît Faraco, embajador del Gobierno francés para la negociación sobre cambio climático, quien destacó que la COP30 “trata de aplicar lo pactado” en el Acuerdo de París y que “los impuestos solidarios capturan fielmente ese espíritu”. “Damos la bienvenida a los nuevos miembros y pedimos a todos los países sumarse a nosotros para apoyar esta coalición en la COP30 para que podamos tener la mayor alianza posible”, añadió.
Varios países africanos y algunos observadores de otros continentes forman parte de esta coalición. “Debemos ampliar esta coalición, trabajar en alternativas y demostrar que el multilateralismo funciona. Para nosotros, los impuestos solidarios son multilateralismo en acción”, enfatizó Fernández-Palacios.
Según datos de la coalición, solo el 1 por ciento de la población mundial es responsable de más de la mitad de las emisiones de gas de efecto invernadero de la aviación comercial, y las emisiones de los vuelos premium han aumentado un 46 por ciento entre 2019 y 2023.











