El Movimiento de Resistencia Islámica, conocido como Hamás, ha denunciado este miércoles el abordaje por parte de Israel de una flotilla en aguas internacionales del Mediterráneo que se dirigía a Gaza con ayuda humanitaria y ocho ciudadanos españoles a bordo, describiéndolo como un acto de “piratería” y una adición más al “oscuro historial” de las fuerzas israelíes contra los activistas internacionales.
“El secuestro en aguas internacionales de los activistas de la Flotilla de la Libertad por parte de la Armada de la ocupación sionista (…) constituye un nuevo crimen y un acto de piratería que se suma al oscuro historial de ataques de la ocupación contra activistas internacionales”, expresó el grupo, subrayando además que “supone una violación flagrante del Derecho Internacional y de los principios más básicos de los Derechos Humanos”.
Hamás ha calificado el abordaje como “un ataque cobarde que refleja la mentalidad terrorista y fascista que gobierna a la ocupación sionista y a sus líderes, que emplean todos los medios posibles para impedir que la ayuda llegue a Gaza y para silenciar las voces de la verdad, en un intento desesperado de ocultar las evidencias de su genocidio y hambruna contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza desde hace dos años”, según declaraciones recogidas por el periódico palestino ‘Filastin’.
El grupo ha exigido a la comunidad internacional que tome “acciones inmediatas” para asegurar la liberación de los activistas, prevenir su maltrato por parte de las fuerzas de ocupación, como ocurrió con los de la Global Sumud Flotilla, y que se responsabilice a los líderes de la ocupación por sus crímenes contra la humanidad.
Por su parte, Yihad Islámica se ha sumado a las condenas, argumentando que “el secuestro de embarcaciones que buscaban romper el bloqueo contra la Franja de Gaza, poniendo en peligro a los activistas a bordo, (…) supone otra violación de todas las normas humanitarias y leyes internacionales”. Además, ha criticado “el silencio de los gobiernos europeos ante los crímenes cometidos por la ocupación, incluidas las graves violaciones contra activistas capturados y detenidos” y la “incapacidad de las organizaciones internacionales a la hora de procesar a los criminales de guerra de la ocupación, encabezados por Benjamin Netanyahu y sus ministros”.
Mientras tanto, el Ministerio de Exteriores israelí ha informado que “las embarcaciones y los pasajeros fueron trasladados a un puerto israelí” y que todos se encuentran en “buen estado de salud”, siendo deportados “rápidamente”. Asimismo, ha descrito el incidente como “otro intento inútil de romper el bloqueo naval legal y entrar en una zona de combate terminó sin resultados”.