El Ejército de Israel ha efectuado una serie de ataques aéreos sobre lo que denomina “infraestructura terrorista” de Hezbolá en territorio libanés del sur, justo en la fecha que marca un año desde la firma del cese al fuego del 27 de noviembre de 2024, después de trece meses de enfrentamientos que siguieron a los incidentes del 7 de octubre de 2023.
De acuerdo con un comunicado oficial, los bombardeos se dirigieron a diversos puntos estratégicos en el sur de Líbano, incluyendo depósitos de armas de Hezbolá y bases utilizadas por la milicia para llevar a cabo operaciones contra las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). El comunicado resalta que «la presencia de infraestructuras y actividades de Hezbolá en estas áreas constituye una infracción a los acuerdos entre Israel y Líbano» y asegura que las FDI continuarán sus operaciones para neutralizar cualquier amenaza contra Israel, reafirmando su compromiso con los acuerdos logrados con Líbano.
Israel ha realizado múltiples bombardeos sobre Líbano desde el cese al fuego de noviembre de 2024, justificando que responde a acciones de Hezbolá. A pesar de afirmar que no infringe el acuerdo de paz, estas acciones han sido criticadas tanto por Beirut como por Hezbolá y también han sido condenadas por la ONU.
El acuerdo de cese al fuego establecía la retirada de fuerzas tanto de Israel como de Hezbolá del sur de Líbano. No obstante, Israel ha mantenido cinco bases militares en territorio libanés, lo cual ha sido objeto de críticas por parte de las autoridades libanesas y el grupo chií, quienes demandan el cese de esta presencia militar.










