El líder de la Cámara de Representantes de EE.UU., Mike Johnson, realizó una visita el lunes al asentamiento de Ariel en Cisjordania, uno de los más grandes, y desde allí proclamó que la tierra es del ‘pueblo judío por derecho’.
‘El presidente Mike Johnson dice que las montañas de Judea y Samaria (nombre bíblico de Cisjordania) son propiedad legítima del pueblo judío. Estados Unidos debería (…) recordarle al pueblo estadounidense sus cimientos judeocristianos que se formaron aquí en la tierra de Israel’, indicó Marc Zell, líder de la filial israelí del Partido Republicano en su perfil de la red social X.
Marc Zell, abogado con doble ciudadanía estadounidense-israelí y también colono, mencionó en el mismo mensaje que Johnson ‘critica a esos antiguos aliados de Israel que llaman a reconocer a un Estado palestino’, haciendo referencia a las recientes declaraciones de naciones como Canadá, Francia y Reino Unido, aunque este último ha vinculado su reconocimiento a un cese al fuego entre Israel y Hamás en Gaza.
Johnson expresó estas ideas en un acto con presencia de Yair Chetboun, alcalde del asentamiento fundado en 1978, y líderes de otros asentamientos en Cisjordania, en una visita no anunciada previamente y acompañado por otros cuatro congresistas de EE.UU.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de la Autoridad Palestina ha repudiado las ‘incendiarias’ declaraciones de Johnson en un comunicado, acusando su visita de ser una ‘flagrante violación del Derecho Internacional y las resoluciones de legitimidad internacional’.
Asimismo, la cartera diplomática palestina ha denunciado que las palabras del congresista ‘refuerzan los crímenes del colonialismo y los colonizadores y alientan la confiscación de tierras palestinas’, destacando ‘los esfuerzos árabes y estadounidenses por detener la agresión’.
El Ministerio ha criticado duramente que las declaraciones de Johnson ‘contradicen flagrantemente la posición’ oficial de Washington respecto al colonialismo y ‘dañan la imagen de Estados Unidos como un mediador honesto y socavan las posibilidades de revivir el proceso de paz’.
Finalmente, ha enfatizado que ‘el colonialismo es ilegítimo’ y representa un ‘obstáculo’ para alcanzar una solución de dos Estados y una ‘paz justa e integral’, instando al gobierno de EE.UU. a adoptar una postura ‘clara y vinculante’ contra estas políticas.