José Jerí, recién investido como presidente de Perú, ha solicitado ‘calma y tranquilidad’ en su primer contacto con la prensa tras asumir el cargo. Jerí ha subrayado que su principal esfuerzo estará dirigido a combatir la delincuencia, que considera la máxima prioridad actualmente. ‘Pido calma y tranquilidad. Tenemos que trabajar justamente para combatir la delincuencia que es la prioridad número uno en este momento. Es el sentir ciudadano’, declaró desde su residencia después de la ceremonia de juramentación, según reportó ‘El Comercio’.
En su intervención en el Congreso, Jerí enfatizó su compromiso en esta lucha, buscando la colaboración de todas las fuerzas del Estado no solo para confrontar este problema, sino para resolverlo definitivamente. Vestido con la banda presidencial, Jerí asume el poder en un contexto político difícil, menos de tres años después de que Dina Boluarte tomara el mando tras la destitución de Pedro Castillo.
Con Jerí, Perú suma ya ocho presidentes en la última década, incluyendo mandatos breves como el de Manuel Merino en 2020, quien renunció a los cinco días de asumir tras protestas que resultaron en dos fallecidos. La mayoría de los mandatarios en este período han enfrentado escándalos de corrupción. La crisis de seguridad y criminalidad, especialmente en sectores como el transporte, ha sido una constante que incluso contribuyó a la caída de Boluarte, quien enfrenta múltiples investigaciones judiciales. Un reciente tiroteo en un concierto en Lima catalizó una moción de censura que recibió un amplio apoyo parlamentario.
Perú, con su sistema presidencialista y un Congreso unicameral, ha experimentado dos décadas de inestabilidad política. Desde el año 2000, ningún presidente ha logrado controlar más del 40% de los escaños, complicando la obtención de mayorías y desencadenando escándalos, incluyendo acusaciones de compra de votos durante la gestión de Pedro Pablo Kuczynski.