Este sábado, grandes multitudes han llenado las calles de distintas ciudades israelíes, entre ellas Tel Aviv, Haifa y Jerusalén, demandando la inmediata devolución de los cuerpos de trece rehenes fallecidos que aún permanecen en poder de Hamás en Gaza. Los manifestantes han instado al gobierno de Israel a incrementar las presiones sobre el grupo islamista para agilizar su retorno.
Durante estas concentraciones, organizadas por el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, Anat Angrest, madre de un soldado liberado recientemente y oradora en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, declaró en nombre de los familiares de todos los rehenes: “No descansaremos hasta que todos estén de vuelta, hasta el último rehén”. Por su parte, Alon Nimrodi, padre de otro de los rehenes cuyo cuerpo ha sido devuelto, criticó a Hamás por retener aún restos humanos a pesar de los acuerdos, y ha solicitado al Ejecutivo israelí una postura más resuelta para garantizar el retorno de todos los cautivos, según informaciones del ‘Times of Israel’.
Algunos manifestantes han propuesto aplicar “todas las sanciones posibles” contra Hamás, mientras otros consideran que el actual acuerdo, aunque imperfecto, es la última esperanza para recuperar los cuerpos y prevenir un ciclo continuo de violencia. Además, se ha pedido la apertura de una investigación estatal sobre los ataques de Hamás en octubre de 2023 y la creación de una comisión que evalúe los fallos de seguridad y de decisión política que facilitaron el ataque.
A pesar de las críticas, el gobierno de Netanyahu ha descartado esta opción, justificando su decisión por una supuesta influencia del sistema judicial. Hasta la fecha, Hamás ha entregado los cuerpos de 15 rehenes muertos y liberado a 20 rehenes vivos, en el marco de un acuerdo de alto el fuego. El gobierno de Israel, por su parte, ha liberado a aproximadamente 2.000 palestinos y entregado cerca de 200 cadáveres, en un contexto de acusaciones mutuas de violaciones al cese del fuego.













