El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró este domingo que su Ejecutivo aspira a “conservar” los territorios que mantiene bajo ocupación en Siria, al tiempo que persigue “un acuerdo de desmilitarización para el sur de siria”, unas declaraciones que se producen un día después de que el presidente sirio, Ahmed al Shara, le acusara de trasladar sus propias crisis internas a Siria.
Durante un encuentro con embajadores israelíes, recogido por el diario ‘Haaretz’, Netanyahu subrayó: “Esperamos sinceramente poder alcanzar un acuerdo de desmilitarización para el sur de Siria y también proteger a nuestros hermanos drusos”. Acto seguido matizó que “pero queremos conservar estos activos”, dejando claro que su gabinete no contempla renunciar a las zonas que controla.
Con estas palabras, el dirigente volvió a justificar la presencia militar de Israel en el monte Hermón, de soberanía siria, así como en la franja de amortiguación, defendiendo que el Gobierno que encabeza va a “mantener la superioridad moral”, según su propio argumento, frente a las críticas internacionales por su actuación en el país vecino.
Las manifestaciones de Netanyahu se producen después de que, la víspera, Al Shara acusara a Israel de exportar sus crisis a territorio sirio y asegurara que en Damasco están cooperando con “países influyentes de todo el mundo para presionar a Israel para que se retire”, y que todos ellos “aprueban” su exigencia. De forma paralela, Irán había advertido el pasado lunes de que los “actos de agresión” israelíes en Siria representan “un asunto de preocupación regional”.
Netanyahu sostuvo además que “no todo está claro en el discurso público”, en referencia al proceso de normalización con varios países árabes sin un reconocimiento previo de un Estado palestino. Recordó que “dijeron: ‘No puede suceder sin esto y sin aquello’. También dijeron lo mismo sobre los Acuerdos de Abraham”, en alusión a quienes consideraban imposible este acercamiento diplomático.
El primer ministro destacó igualmente que su Administración ha impulsado transformaciones de magnitud “tectónica”, aunque advirtió de que ello no implica que “el Eje (iraní) no intente interferir”. En este contexto, recalcó que “hemos terminado con la tolerancia. Vemos una amenaza y actuamos”, refiriéndose a un eventual choque con Teherán o con sus aliados regionales y evocando los ataques lanzados en junio contra el país centroasiático, operaciones a las que “afortunadamente (…), el presidente estadounidense (Donald Trump) decidió sumarse”.
Desde que Israel decidiera avanzar militarmente en territorio sirio más allá de la línea de separación de 1974, alegando razones de seguridad vinculadas a la guerra de Gaza, las Fuerzas Armadas israelíes han llevado a cabo numerosos bombardeos y operaciones sobre el terreno. La más reciente, a finales del mes pasado, tuvo como objetivo la localidad de Beit Yin, en las proximidades de la capital, Damasco, y, según las autoridades sirias, se saldó con la muerte de más de una decena de civiles.











