Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), ha expresado que es fundamental que Irán incremente significativamente su colaboración con los inspectores de la ONU para prevenir un aumento en las tensiones con países occidentales. Durante una entrevista con el ‘Financial Times’, Grossi ha revelado que, a pesar de las numerosas inspecciones realizadas en Irán tras los ataques de Israel y EE. UU. en junio, los inspectores no han logrado acceder a las esenciales instalaciones nucleares iraníes, como las de Natanz, Isfahán y Fordo.
Grossi ha subrayado la urgente necesidad de reanudar las inspecciones en dichas instalaciones, especialmente porque aún se desconoce el paradero de los más de 400 kilos de uranio enriquecido almacenados allí durante los ataques. ‘Ya deberíamos haber reanudado estas actividades’, declaró Grossi.
El director del OIEA ha mencionado que, aunque se están utilizando imágenes satelitales para monitorear las instalaciones afectadas por los bombardeos, aún no considera necesario llevar el asunto de Irán ante el Consejo de Seguridad de la ONU respecto a estas inspecciones. Adicionalmente, en octubre, Grossi señaló que, aunque los inspectores no creen que Irán posea grandes cantidades de uranio altamente enriquecido ocultas, el riesgo de proliferación nuclear sigue presente, lo cual subraya la necesidad de buscar una resolución pacífica al conflicto. ‘Sentarnos juntos en una mesa nos ahorra el peligro de otra ronda de bombardeos y ataques’, concluyó.
















