Sergei Lavrov, Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, ha negado las solicitudes de cese al fuego en Ucrania que se han reiterado desde distintos gobiernos europeos, destacando que esto contraviene los compromisos establecidos entre los presidentes Donald Trump de Estados Unidos y Vladimir Putin de Rusia, en la cumbre de Alaska en agosto.
Lavrov ha subrayado la posición del Kremlin, que sostiene que un alto al fuego permitiría a Ucrania rearmarse y planear futuros ataques, citando como ejemplo el sabotaje al gasoducto Nord Stream.
El ministro ruso también ha criticado a líderes occidentales, incluido el presidente francés Emmanuel Macron, por pedir el cese de hostilidades mientras apoyan “públicamente que nadie podrá limitar el suministro de armas al régimen de Kiev”, según la agencia TASS.
“Ha quedado claro inmediatamente por qué era necesario este alto el fuego”, ha comentado irónicamente Lavrov, quien también ha mencionado que detener el conflicto sería “olvidar las causas profundas” que motivaron la invasión, que ya lleva más de dos años y medio.
Lavrov ha enfatizado que detener los enfrentamientos iría en contra de lo convenido por Putin y Trump en sus “largas negociaciones” en Anchorage. “Rusia no ha cambiado su postura en relación con los acuerdos alcanzados en Alaska”, ha afirmado.