Maia Sandu, presidenta de Moldavia, ha subrayado la colaboración ciudadana extensiva para afrontar la interferencia rusa en las recientes elecciones legislativas y ha señalado que Moscú «no renunciará por completo» a influir en la política del país, haciendo esencial la implementación de reformas.
«Hemos demostrado al mundo entero nuestra valentía y dignidad», declaró Sandu en su primera intervención pública tras asegurar la mayoría parlamentaria en un proceso electoral que destacó por fuertes acusaciones de injerencias rusas. «Defendimos a nuestro país con nuestro voto honesto», añadió, al tiempo que celebró la capacidad de resistir «todo el dinero» invertido por Rusia en estas elecciones. «Nuestra unidad nos protegerá en estos tiempos difíciles y nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos», afirmó.
«El resultado no es la victoria de un partido, sino del país. El resultado es un firme mandato para la adhesión a la UE», subrayó Sandu, insistiendo en la urgencia de seguir avanzando en reformas necesarias para prevenir futuras «amenazas» y acelerar la integración europea.
Sandu reiteró que «Rusia no renunciará por completo a sus acciones para intimidar a Moldavia», por lo que resulta crucial concluir reformas pendientes, como la del poder judicial, iniciadas en el mandato anterior pero aún no completadas.
A pesar de reconocer ciertas debilidades durante la campaña, Sandu valoró positivamente el papel de las instituciones, la sociedad civil y los medios de comunicación en enfrentar estos retos. «La prensa hizo una enorme contribución, logrando exponer varias conspiraciones del Kremlin», destacó.
Con la mayoría revalidada por el Partido de Acción y Solidaridad (PAS), las aspiraciones europeístas de Moldavia se fortalecen, aunque Bruselas sigue estando a cierta distancia, a la espera de que el país cumpla con requisitos esenciales como la lucha contra la corrupción y la reforma del poder judicial. El Bloque Patriótico (BP), pro-Moscú, y otros partidos también han logrado representación parlamentaria.