El gobierno de Donald Trump ha comunicado este jueves la imposición de sanciones a varios integrantes de Hezbolá, el grupo chií libanés, acusados de facilitar la transferencia de dinero en efectivo desde Irán hacia Líbano. Se alega que estos fondos son utilizados para la reconstrucción de su infraestructura.
“Líbano tiene la oportunidad de ser libre, próspero y seguro, pero eso solo será posible si Hezbolá es completamente desarmado y se le corta el financiamiento y el control de Irán. Trabajaremos con nuestros socios libaneses para crear una economía resiliente que priorice los intereses de todos los ciudadanos libaneses”, declaró John Hurley, subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera.
Por su parte, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. ha sancionado a operadores financieros encargados de supervisar el flujo de capitales desde Irán, incluyendo aquellos obtenidos a través de operaciones comerciales ocultas como la venta de petróleo iraní, utilizados en casas de cambio para “blanquear dinero ilícito”.
Entre los sancionados se encuentran Osama Yaber, acusado de “apoyar estos esfuerzos de intercambio de dinero” al recoger fondos para Hezbolá desde septiembre de 2024 hasta febrero de 2025; Jafar Muhamad Qasir, responsable del equipo financiero de Hezbolá y Samer Kasbar, director de una empresa fachada de Hezbolá previamente sancionada por Estados Unidos.
















