El antiguo ministro de Exteriores israelí, Shlomo Ben Ami, ha expresado que plantear ahora la solución de los dos estados entre Israel y Palestina es “un error táctico”, ya que fortalece la unidad alrededor del primer ministro Benjamin Netanyahu. Ha propuesto, en cambio, la formación de un movimiento nacional palestino consolidado en torno a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Durante una intervención en el evento ‘World In Progress’ de Prisa en Barcelona, Ben Ami argumentó que, aunque ideal, la solución de los dos estados no es factible bajo las circunstancias actuales, dadas las frustraciones pasadas en los años 2000, 2008 y 2014: “No se alcanzó un equilibrio con la parte palestina”.
Consideró que la sociedad israelí no modificará su postura sobre esta cuestión por el momento y sugirió que la pacificación de Gaza y el desarme de Hamás podrían cambiar la situación, “desarmando la oposición de los israelíes” hacia este enfoque.
Ben Ami señaló que las acciones de Netanyahu y el extremismo de los colonos derivan de la percepción israelí de haber ofrecido mucho y solo haber recibido violencia. Advirtió sobre la necesidad de hacer cambios graduales: “No solo los palestinos deben ordenar su casa, también los israelíes. Los israelíes deben deshacerse de este gobierno para avanzar”.
Además, predijo que la presencia de colonos en Cisjordania y las condiciones de seguridad para Israel serían puntos críticos en futuras negociaciones sobre un estado palestino: “Ni Clinton, ni Bush, ni Obama lograron que las partes se entendieran en temas de seguridad. Imaginen las demandas de los israelíes después del 7 de octubre”.
Para Ben Ami, una solución es integrar a Hamás en la OLP, creando un frente unido antes de su desarme, aunque comparó esta integración con una posible ‘OPA hostil’, temiendo que Hamás podría dominar por su dinamismo frente a una OLP más pasiva.
Expresó que la consecución de este objetivo dependería de la colaboración de aliados como Turquía y Catar, a pesar de su afinidad ideológica con Hamás, para lograr su desarme y permitir que la autoridad palestina controle las armas. También cuestionó si alguna potencia regional asumiría un rol en el futuro gobierno palestino enfrentándose a Hamás, describiendo la situación como “un queso suizo con más agujeros que queso”, aunque mucho dependerá de la actitud de Trump.
Respecto a las operaciones militares de Israel en Gaza, Ben Ami alineó su opinión con la del rey Felipe VI, rechazando el término genocidio pero no descartando posibles crímenes de guerra o contra la humanidad debido a la desproporcionalidad en el uso de la fuerza.
Finalmente, en cuanto al Nobel de la Paz, defendió que la opositora venezolana María Corina Machado es merecedora del premio, y que Trump también lo sería si logra llevar a cabo el proceso de paz.