El Congreso de los Diputados ha aprobado este martes —con el voto en contra de Junts y la abstención de Vox— la toma en consideración de una proposición de ley del PSOE destinada a reforzar y unificar el programa de cribado neonatal del Sistema Nacional de Salud (SNS). El objetivo: poner fin a las diferencias territoriales y asegurar que todos los recién nacidos en España tengan acceso a la misma detección temprana de enfermedades congénitas.
Un marco común para la prueba del talón
La normativa propuesta pretende modificar la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud para establecer evaluaciones periódicas obligatorias del cribado neonatal, al menos cada dos años. En la actualidad, la cartera común del Sistema Nacional de Salud incluye 12 patologías, pero algunas comunidades han ampliado sus paneles hasta 40, lo que genera desigualdades entre territorios.
Durante el debate, la diputada socialista Inés Plaza defendió la iniciativa subrayando que el cribado neonatal “puede cambiar la vida de un recién nacido” y es “una de las políticas de salud pública más eficaces”. Plaza insistió en que la detección temprana evita secuelas irreversibles y es especialmente relevante en enfermedades raras, ya que la conocida prueba del talón permite identificar dolencias que aún no han manifestado síntomas.
“Las CCAA avanzan a distintos ritmos y eso crea desigualdades que no podemos permitir”, advirtió la diputada, quien recalcó la necesidad de una evaluación sistemática basada en criterios de efectividad clínica, calidad, coste-efectividad y equidad.
Revisión, coordinación y papel de la ciencia
La proposición también plantea actualizar el real decreto que regula la cartera de servicios comunes del SNS, incorporando formalmente a la Ponencia de Cribado de la Comisión de Salud Pública, que será la encargada de las evaluaciones periódicas y de proponer actualizaciones del panel de enfermedades.
El texto refuerza además la participación de sociedades científicas, expertos en genética y salud pública, y asociaciones de pacientes en el proceso de revisión, algo que los socialistas consideran clave para garantizar rigor y consenso técnico.
Apoyos amplios, pero advertencias de los grupos
Los grupos parlamentarios mostraron un respaldo general a la iniciativa, aunque la mayoría avanzó que presentará enmiendas.
Desde Vox, la diputada María Ruiz atribuyó las desigualdades actuales a la descentralización del sistema sanitario y reclamó que el cribado sea “obligatorio e igual en todas las regiones”. Su grupo se abstuvo, pero anunció que trabajará en el trámite parlamentario para reforzar el texto.
El PP, por su parte, apoyó la toma en consideración pero exigió garantías económicas. El diputado Antonio Cavacasillas señaló que muchas comunidades carecen de recursos para ampliar sus programas: “No basta con anunciar leyes: hay que dotarlas de financiación y garantizar su viabilidad”.
Qué ocurre ahora
La proposición de ley continuará su tramitación en la Comisión de Sanidad, donde los grupos podrán presentar enmiendas al articulado. Si finalmente se aprueba, España contará por primera vez con un marco legal que obligará a evaluar y actualizar de forma periódica el cribado neonatal, con el objetivo de que todos los recién nacidos tengan acceso al mismo nivel de protección, vivan donde vivan.











