El Gobierno de España, liderado por Pedro Sánchez, se dispone una vez más a solicitar la aprobación en el Parlamento de la senda de déficit y estabilidad, considerada un prerrequisito para los Presupuestos Generales del Estado. Esta acción se realiza mientras se mantiene expectante ante el posible voto de Junts y después de haber neutralizado hace meses el poder de veto del Senado sobre lo que se denominaba techo de gasto.
Este martes, el Consejo de Ministros, prevé dar luz verde a la senda de estabilidad, que establece las directrices de deuda y déficit para la Administración General del Estado, las comunidades autónomas, las entidades locales y la Seguridad Social.
Desde el Ministerio que dirige María Jesús Montero se ha extendido una propuesta a las comunidades, mayoritariamente gobernadas por el PP, de permitir un déficit del 0,1% del PIB para los próximos tres años, lo que representa unos 5.485 millones de euros de margen fiscal.
YA SE INTENTÓ PARA LOS PGE DE 2024 Y 2025
Con esta iniciativa, el Gobierno pretende iniciar por quinta vez en dos años la tramitación parlamentaria de una senda de déficit. A principios de 2024, para los Presupuestos de ese año, la senda fue aprobada en el Congreso, pero el Senado, dominado por el PP, rechazó la hoja de ruta fiscal, forzando su retorno al Consejo de Ministros.
Anteriormente, la Ley de Estabilidad Presupuestaria concedía al Senado un derecho de veto absoluto, lo que obligaba a reiniciar el proceso parlamentario desde el Consejo de Ministros si la senda era rechazada.
El Gobierno incorporó una enmienda en la Ley de Paridad durante su tramitación que eliminaba este derecho de veto, permitiendo que, si el Senado rechazaba la senda, la propuesta regresara al Congreso y pudiera ser aprobada por mayoría simple.
Después de esta modificación, que se activó en agosto, el Gobierno reintrodujo la senda de déficit en el Congreso, esta vez para los Presupuestos de 2025, después de desistir de los del año anterior debido al contexto electoral en Cataluña.
EL CONGRESO YA TUMBÓ LA SENDA
Este tercer intento fracasó en el Congreso, con PP, Vox y Junts uniendo votos contra la propuesta. Sin embargo, el Gobierno no desistió y ese mismo verano retomó la tramitación de la senda de estabilidad con la esperanza de que, tras las elecciones en Cataluña, el clima político se suavizara y facilitara las negociaciones.
El cuarto debate sobre la senda de déficit estaba previsto para septiembre de 2024, pero fue retirado del pleno del Congreso por falta de apoyo parlamentario y ante la amenaza de Junts de votar en contra.
Los Presupuestos actuales siguen siendo los de 2023, aprobados en la legislatura anterior con partidos que ya no están representados, como Ciudadanos, el PRC, la CUP o Foro Asturias.
A pesar de estas dificultades, el Gobierno planea presentar unos Presupuestos para 2026, aunque antes debe conseguir la aprobación en el Congreso de la senda de estabilidad presupuestaria, en un entorno adverso donde Junts ha manifestado su oposición a la acción legislativa del Ejecutivo por incumplimientos previos.
SI JUNTS SE ABSTIENE HAY OPCIONES
Si Junts se abstiene y los otros socios de investidura respaldan la senda, el Gobierno podría contar con más ‘síes’ que ‘noes’ para su aprobación. Aunque el Senado, con mayoría absoluta del PP, seguramente rechazará la propuesta, su posición ya no es decisiva debido a la modificación de la Ley Presupuestaria del año pasado.











