“Queremos convertir a España en una superpotencia energética”. Con esa declaración de intenciones arranca el PP su programa energético con vistas a las elecciones del próximo 23 de julio, el cual ha decidido integrar dentro de las políticas en materia de agua.
En él los ‘populares’ incluyen su anunciada apuesta por la energía nuclear y la prórroga de la vida útil de las centrales, si bien enmarcan esta medida como una propuesta que deberá examinar el Consejo de Seguridad Nuclear.
Actualmente las empresas tienen acordado con el Gobierno un calendario de cierre de las centrales que empezaría en 2027 y se prolongaría hasta 2035.
Adiós al tope al gas y los topes de retribución
Sin concretar ninguna, el PP promete eliminar las medidas excepcionales de intervención en el mercado mayorista. En estos momentos las medidas de intervención son el conocido como ‘tope al gas’ (o ‘solución ibérica’), pero también el recorte de beneficios en centrales de generación nuclear, hidroeléctrica y otras renovables.
Este mecanismo de minoración fue aprobado en los primeros compases de la crisis energética y suavizado después para excluir la energía vendida a plazo.
Pese a que el tope al gas fue pactado con la Comisión Europea y Portugal, el PP censura una política energética “que nos ha aislado regulatoriamente de las propuestas de la UE, provocando inseguridad regulatoria y restando atractivo a nuestro país como receptor de inversiones en el sector energético”.
Un solo bono social y condiciones a las eléctricas
En el lado del consumidor, el PP propone unificar los actuales bonos eléctrico y térmico en un Bono Social Único, como pago directo y compatible con cualquier tipo de contrato de electricidad y gas, ya sea tarifa regulada o mercado libre.
Esto acabaría con la exigencia de estar acogido a las tarifas reguladas (PVPC en el caso de electricidad y TUR en el caso del gas) para poder acceder a estos descuentos.
Por otro lado, plantea nuevas obligaciones a las comercializadoras eléctricas, que deberán estandarizar su oferta de productos en el mercado libre para los clientes minoristas, con un precio estable, discriminación horaria y ofertas de cuotas fijas y cuotas planas.
Interconexiones, almacenamiento e hidrógeno
El PP también lleva en su programa una de sus banderas clásicas en política energética, el impulso de las interconexiones energéticas, pero “bajo criterios técnicos y económicos que aseguren un reparto proporcional del coste de las mismas en base a los beneficios a cada sistema eléctrico conectado”.
Otra propuesta es el desarrollo del hidrógeno verde, el impulso del biogás, biometano y ecocombustibles para aquellos sectores que sean difícil de electrificar y descarbonizar, y el fomento del almacenamiento de energía renovable con un mecanismo de capacidad que subvencione esta actividad.