Exclusiva Demócrata: Frenazo en el Congreso a la liberalización del autobús

La ponencia de la Comisión de Transportes elimina del proyecto de ley de movilidad sostenible la habilitación prevista para aprobar rutas en libre competencia

(Foto de ARCHIVO) Varias personas durante una huelga del transporte de viajeros, en la estación de autobuses de Santiago, a 31 de marzo de 2023, en Santiago de Compostela, A Coruña | Álvaro Ballesteros / Europa Press

Si la Ley de Movilidad Sostenible propuesta por el Gobierno abría la puerta a liberalizar rutas en el transporte por autobús, el Congreso ha decidido, al menos por ahora, cerrarla.

Según adelanta Demócrata, la ponencia de la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible de la Cámara Baja ha acordado suprimir la habilitación planteada por el proyecto, concretamente en su artículo 50.

Este artículo ha sido eliminado del texto que está sobre la mesa de la ponencia, que estas semanas ha empezado a introducir los primeros cambios en el proyecto, según informan varias fuentes en la Comisión.

Sin romper con el actual sistema concesional, el proyecto enviado por el Gobierno –el mismo que envió la pasada legislatura y no llegó a aprobarse—sí daba pasos para introducir cambios, al posibilitar al Gobierno a autorizar la prestación de servicios en régimen de libre competencia.

La propuesta, sin embargo, encontró en la Cámara el rechazo de la práctica totalidad de socios en el Gobierno, e incluso de parte del Ejecutivo, ya que Sumar también se opone. En total, Esquerra Republicana, Junts, EH-Bildu, PNV y BNG registraron enmiendas en este sentido.

Y a ellos se sumó en la ponencia el PSOE, que aceptó la supresión de la disposición en el articulado.

Aún queda viaje

La eliminación del artículo no es, ni mucho menos, definitiva. La ponencia es sólo el primer cribado de enmiendas. Todas las enmiendas descartadas hasta ahora volverán a votarse en Comisión, y también en el Pleno al haberse acordado su avocación antes de enviar el proyecto al Senado.

Y aunque el proyecto llegue a la Comisión sin este artículo, tanto la Comisión como el Pleno puede volver a introducirlo. Concretamente, el PP tiene registrada una enmienda con la que avalaba la posibilidad de liberalizar rutas.

El cambio que plantean los ‘populares’, que respetan el contenido fundamental de la propuesta trasladada inicialmente por el Gobierno, es que la autorización sea previa a cualquier obligación de servicio público o a la publicación de pliegos de contratos que pudieran verse afectados.

La aprobación de esta enmienda, o una transaccional sobre la misma, podría recuperar la habilitación. ¿Hay mayoría para ello? Todo apunta a que no, si es una condición de los socios del PSOE para respaldar el proyecto.

¿Y el cabotaje? Tampoco

Otra de las cuestiones a las que la ponencia ha dado la espalda es al cabotaje, no habilitado actualmente en España. La reforma permitiría a las compañías que operan rutas internacionales realizar traslados de viajeros dentro del país.

La propuesta, impulsada por la iniciativa Viaja Más en Autobús, en la que se integra el operador internacional FlixBus, tuvo eco en Sumar, Bildu y BNG, que abogan por permitir cabotaje hasta un máximo del 49% de todo el pasaje.

El PP se mostró favorable al cabotaje en los primeros compases de legislatura, si bien no presentó enmienda. En todo caso, la propuesta no ha sido incluida hasta el momento.

Esto marcha (y el PSOE no quiere llegar a septiembre)

Hasta ahora, la ponencia designada por la Comisión de Transportes ha celebrado dos reuniones y tiene previsto celebrar una tercera el próximo miércoles, al finalizar el Pleno.

La idea del Grupo Socialista, según informan varias fuentes, es cerrar esta fase y elevar el proyecto a Comisión. Una idea que despierta no poco escepticismo entre sus señorías.

Algunas de ellas, directamente lo descartan al no ver suficientemente maduro el texto. Otras reconocen los esfuerzos del PSOE por llevar a la negociación propuestas transaccionales a partir de las enmiendas de los grupos.

En todo caso, todas las fuentes coinciden en que aún falta por tratar muchos de los aspectos que más controversia despierta entre los grupos. Y es al propio PSOE el que le conviene llegar con el texto más cerrado posible. La debilidad parlamentaria de la coalición puede causarle no pocos revolcones en las votaciones en Comisión y Pleno.

La necesidad de evitar nuevas derrotas choca con la urgencia de querer llegar al verano con los deberes hechos. La meta en el Grupo Socialista es poder aprobar la norma en el Congreso y enviarla al Senado antes del parón veraniego.

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