Pedro Gullón, director general de Salud Pública, ha enfatizado la necesidad de que el sistema sanitario priorice el cambio climático debido a sus severos impactos en la salud, que incluyen un incremento en enfermedades cardiorrespiratorias y un deterioro en la salud mental. Durante su intervención en el XLI Congreso de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), Gullón ha recordado que el sistema sanitario es responsable del 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero, una cifra que continúa en ascenso.
En este contexto, ha subrayado que la sostenibilidad ambiental del sector debe orientarse hacia acciones que «mejoran la vida de las personas» y eliminar aquellas que «generan coste sin aportar valor». José Ramón Repullo, experto en Planificación y Economía de la Salud, ha destacado los desafíos estructurales para la sostenibilidad del sistema, abogando por una nueva gobernanza que promueva la eficiencia y equidad.
Repullo también ha señalado el rápido crecimiento del sistema sanitario comparado con la economía y el notable aumento en gastos específicos como el farmacéutico hospitalario desde 2002. Ha argumentado la importancia de «gastar mejor» en vez de aumentar el gasto anualmente. Además, ha mencionado los riesgos de la tecnomedicina, que privilegia el uso de tecnología sobre el aspecto humano y relacional, lo que puede fragmentar el sistema y reducir la efectividad clínica.
Finalmente, ha abordado el problema de la desafección del personal sanitario, relacionada con la precariedad laboral y el desgaste post-pandemia, y ha concluido que sin estabilidad y motivación profesional, la sostenibilidad es inviable. Por su parte, Martha M. Rodríguez Coronel y Ana Rodríguez Cala han destacado la importancia de incorporar la ética y la responsabilidad social en las políticas del sistema sanitario para asegurar una atención equitativa y de calidad.