El inicio de clases se caracteriza por factores como cambios climáticos, mayor convivencia social y un sistema inmunológico no completamente desarrollado en los niños, lo que puede intensificar la transmisión de virus y bacterias, destaca Estanislao Nistal, doctor en Virología y profesor de Microbiología en la Universidad CEU San Pablo.
En detalle, las fluctuaciones de temperatura, el incremento de humedad y precipitaciones típicas del otoño, sumado al tiempo que los niños pasan en ambientes cerrados y su interacción cercana, son aspectos que contribuyen a este fenómeno.
Un informe del Instituto de Salud Carlos III indica que entre el 9 y el 29 de septiembre de 2024, los casos de Infección Respiratoria Aguda en Atención Primaria aumentaron un 133,86% en niños de 1 a 4 años, y un 133,8% en aquellos de 5 a 19 años.
«En este grupo de población, a veces puede ser difícil controlar los contagios, ya que los niños son muy propensos a tocar las cosas y comparten habitualmente juguetes, materiales, comida, etc. que pueden contener secreciones como mocos o saliva». Además, Nistal añade la importancia de la educación temprana sobre la propagación de virus y las medidas preventivas.
Medidas preventivas sugeridas
Nistal recomienda intensificar la higiene personal, de ropa y espacios utilizados por los niños, promover hábitos como cubrirse al toser, cuidar el descanso y la alimentación, y la vacunación contra enfermedades como la gripe y Covid-19.
«Los niños pueden contagiar a personas mayores cercanas que, debido a la edad, tienen más dificultades para controlar la respuesta inflamatoria de forma correcta, lo que puede agravar las patologías».
Qué hacer si el niño se contagia
En caso de síntomas de infección respiratoria, Nistal aconseja que los niños eviten asistir a la escuela y se intensifique la higiene en el hogar, especialmente si conviven con personas mayores o con condiciones de salud delicadas. Además, sugiere cuidar la hidratación, humedecer el ambiente, realizar lavados nasales y asegurar un sueño adecuado.
«Si los síntomas no remiten o se agravan, es recomendable consultar con un médico».
Tratamiento específico para niños desde los primeros síntomas
Nistal enfatiza que los síntomas en niños y adultos son similares, y recomienda un tratamiento adecuado a la edad y peso del niño desde el inicio de los síntomas, destacando la eficacia de los antigripales infantiles que ofrecen un abordaje multisintomático.
«El tratamiento precoz de las infecciones respiratorias ayuda a frenar su propagación, ya que, al reducir los estornudos, la tos y las secreciones del niño contagiado, se reduce también la probabilidad de transmitir la infección a otras personas».
Finalmente, aconseja consultar a un profesional sanitario ante la aparición de síntomas, para una valoración adecuada de la situación.










