La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha emitido una advertencia sobre la grave crisis de salud mental que afecta a trabajadores de varios sectores de la administración pública, incluyendo bomberos, sanitarios y docentes, basándose en un estudio propio donde se revela que el 76% de estos profesionales siente que su bienestar está deteriorado por sus condiciones de trabajo.
Según la encuesta, muchos de los entrevistados admiten consumir regularmente psicofármacos como ansiolíticos y antidepresivos para manejar la carga laboral y el estrés, derivados de extensas jornadas, falta de reconocimiento, y escasez de recursos, entre otros.
CSIF se ha concentrado en esos trabajadores que han enfrentado condiciones laborales adversas, especialmente durante las labores de extinción en verano, enfrentándose a jornadas de hasta 17 horas. La organización ha recogido testimonios de trabajadores afectados por el agotamiento y la frustración causados por la falta de medios y coordinación.
También se ha destacado la situación de los policías y bomberos que intervinieron en la dana del 29 de octubre del año pasado en la Comunidad Valenciana, quienes después de más de 36 horas de trabajo continuo, experimentan secuelas psicológicas a largo plazo. ‘Aquella noche, marcada por el caos y la falta de medios en algunos municipios, dejó una huella imborrable en quienes se jugaron la vida para proteger a los demás. Un año después, las secuelas psicológicas siguen presentes’, ha subrayado CSIF.
Finalmente, CSIF demanda a las autoridades medidas concretas como la aprobación de un Real Decreto sobre los riesgos psicosociales y un mayor apoyo en salud mental para los trabajadores, incluyendo la creación de comisiones de salud mental en el trabajo y la implementación de protocolos específicos para la vigilancia de la salud mental.