La Asociación de Pacientes de Tumores Cerebrales y del Sistema Nervioso Central, conocida como Astuce Spain, ha expresado su preocupación porque, a pesar de estar incluido en la Cartera de Servicios Comunes del Sistema Nacional de Salud, Murcia, Galicia, Andalucía y Baleares no han asegurado completamente el acceso al tratamiento TTFields para pacientes con glioblastoma. Esta terapia, que utiliza campos eléctricos alternos, es crucial para el tratamiento de esta enfermedad en su fase inicial.
‘Tres meses después de la resolución de la Dirección General de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia, por la que se autorizaba la terapia de campos eléctricos alternos para el tratamiento de tumores, sometida a estudio de monitorización, vemos que hay pacientes que continúan exactamente en la misma situación mientras ven cómo su tiempo se agota’, señala José Luis Mantas, presidente de ASTUCE Spain.
En Baleares, a pesar de ser pioneros en aplicar la resolución del 14 de agosto y tener al primer paciente tratado bajo las nuevas normas en septiembre, la realidad es que ‘ahora nos encontramos con que, tras él, ningún otro paciente lo ha logrado, todos están a la espera de la aprobación por la gerencia de sus correspondientes hospitales sin motivo aparente’, explica un representante local.
Desde Andalucía, la asociación ha denunciado que los pacientes ‘seguían recibiendo largas, a la espera de un proceso administrativo que no llegaba, cuando precisamente lo que no tienen estos pacientes es tiempo’. La voz de la asociación ha sido clave para que la administración andaluza comenzara a facilitar el acceso a esta terapia esencial.
El glioblastoma es el tumor cerebral más agresivo y su tratamiento estándar no ha cambiado en más de dos décadas. La llegada de los TTFields, que ha demostrado prolongar la vida de los pacientes cuando se usa junto a la quimioterapia de mantenimiento, representa una esperanza significativa. En países como Alemania, Francia, Japón o EE.UU., esta terapia ya es un estándar y está recomendada en las guías internacionales y nacionales.
‘Por ello insistimos en que no pueden esperar, porque puede que nos encontremos que haya pacientes que queden fuera de este tratamiento por un exceso de burocracia, al haber terminado sus ciclos de quimioterapia cuando tengan una respuesta de la administración’, alerta Mantas.










