La adaptación de la textura de los alimentos y la modificación de los tiempos de alimentación pueden ser claves para combatir la pérdida de apetito que afecta a muchos ancianos en los meses estivales debido a factores como el calor excesivo, la falta de hidratación y alteraciones en sus rutinas diarias, ha indicado Miryam Piqueras, directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores.
‘Ante una pérdida de interés por la comida, es fundamental realizar una evaluación individualizada’, enfatizó Piqueras, quien también señaló que la hiporexia puede llevar a una deficiente nutrición, riesgo de desnutrición y debilitamiento de músculos y defensas.
Los especialistas sugieren optar por comidas frías y ligeras en lugar de platos calientes y pesados, lo que puede ser más atractivo en esta temporada y menos exigente para el cuerpo. María Aguirre, nutricionista de Blua de Sanitas, recomendó enfocarse en alimentos que contribuyan a la hidratación y sean ricos en micronutrientes esenciales, prestando atención especial a minerales como el potasio y el calcio, así como a la vitamina D.
Para hacer más atractivos los menús para los mayores, desde Sanitas se han propuesto platos como crema fría de calabacín con queso fresco, ensalada de lentejas con hortalizas y atún, y merluza al vapor con patata cocida y aceite de oliva virgen extra. Además, como opción refrescante y rica en vitaminas, han incluido la macedonia de frutas naturales con productos de temporada como sandía, melón, melocotón o kiwi.
Finalmente, es crucial monitorear a las personas mayores y observar señales de alerta que puedan requerir atención médica, tales como ingestas menores a la mitad de lo habitual durante más de tres días o síntomas de debilidad, confusión o apatía, según los expertos.













