En su intervención inicial ante el 44º período de sesiones de la Conferencia de la FAO, el Papa León XIV expresó con preocupación que «matar de hambre a la población es una forma muy barata de hacer la guerra». Este comentario resalta el creciente uso del hambre como método de conflicto bélico.
«En la actualidad asistimos desolados al inicuo uso del hambre como arma de guerra. Matar de hambre a la población es una forma muy barata de hacer la guerra. Por eso hoy, cuando la mayoría de los conflictos no los libran ejércitos regulares sino grupos de civiles armados con pocos recursos, quemar tierras, robar ganado, bloquear la ayuda son tácticas cada vez más utilizadas por quienes pretenden controlar a poblaciones enteras inermes», señala León XIV en su mensaje.
El Papa, dirigiéndose a Qu Dongyu, director general, y a los delegados presentes, condenó los conflictos que provocan hambruna, así como los ataques de grupos armados y militares contra infraestructuras esenciales como redes de agua y rutas de transporte.
«Esto conduce a que ingentes cantidades de personas sucumban al flagelo de la inanición y perezcan, con el agravante de que, mientras los civiles enflaquecen por la miseria, las cúpulas políticas engordan con la corrupción y la impunidad», advirtió.
Además, destacó que en un tiempo de «polarización de las relaciones internacionales» por crisis y conflictos, los fondos y tecnologías destinados a combatir la pobreza y el hambre se desvían hacia la producción y comercio de armamento, lo que alimenta «ideologías cuestionables» y «enfrían las relaciones humanas».
«Nunca antes ha sido tan inaplazable como ahora que nos convirtamos en artesanos de la paz trabajando para ello por el bien común, por lo que favorece a todos y no solamente a unos pocos, por lo demás siempre los mismos. Para garantizar la paz y el desarrollo, entendido como la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones que sufren el hambre, la guerra y la pobreza, son necesarias acciones concretas, arraigadas en planteamientos serios y con visión de futuro», subraya.
Por último, el Papa León XIV reiteró su apoyo a la FAO en su lucha diaria contra la inseguridad alimentaria y la malnutrición, desafíos clave de nuestro tiempo. «La Iglesia alienta todas las iniciativas para poner fin al escándalo del hambre en el mundo», afirmó, haciendo referencia al Evangelio de la multiplicación de los panes y los peces para ilustrar que «la clave para vencer el hambre está más en el compartir que en la acumulación codiciosa».
«Algo que quizás hoy hemos olvidado porque, aunque se hayan dado algunos pasos relevantes, la seguridad alimentaria mundial no deja de deteriorarse, lo que vuelve cada vez más improbable la consecución del objetivo de ‘Hambre cero’ de la Agenda 2030. Esto significa que estamos lejos de que se cumpla el mandato que dio origen en 1945 a esta institución intergubernamental», puntualiza.











