Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido protagonista en la segunda sesión del juicio contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Durante su testimonio, González Amador declaró que las supuestas filtraciones realizadas por García Ortiz le han ‘destrozado la vida’, identificándole como ‘el delincuente confeso del Reino de España’, una situación que ha generado los primeros enfrentamientos entre la defensa y el tribunal.
La declaración de González Amador, que duró dos horas en la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, se centró en el impacto devastador que han tenido estas filtraciones en su vida tanto profesional como personal. ‘Para todo el mundo, a partir de ese día, entre la nota de la Fiscalía y la publicación del ‘email’, yo pasé a ser el delincuente confeso del Reino de España. Estaba muerto. El señor García Ortiz me había matado públicamente. Me había destrozado’, afirmó.
Durante el juicio, se produjeron varias intervenciones en esta línea, incluyendo un emotivo alegato final en el que González Amador expresó: ‘O me voy de España o me suicido’. A esto, el presidente del tribunal, Andrés Martínez Arrieta, respondió: ‘No le recomiendo ninguna de las dos cosas. Y en todo caso, hable con su abogado’.
González Amador también reveló que, aunque inicialmente sospechaba que la inspección fiscal estaba relacionada con su identidad, las filtraciones confirmaron que era el objetivo principal. ‘Todo el cuerpo fiscal iba a por mí’, sostuvo. A pesar de querer luchar, su abogado Carlos Neira le aconsejó que lo mejor era llegar a un acuerdo rápido y sin ruido, para no perjudicar a Díaz Ayuso.
Neira, en su declaración, aclaró que nunca indicó a su cliente que el acuerdo se había frustrado por ‘órdenes de arriba’. Por otro lado, Diego Lucas, fiscal del caso, negó recibir órdenes para detener las negociaciones de conformidad. En cuanto a la filtración de correos, González Amador confirmó que autorizó a Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Díaz Ayuso, a difundir un ‘pantallazo’ de un correo en prensa, aunque esto fue cuestionado por la defensa en el juicio.
Finalmente, los jefes de prensa de la Fiscalía General del Estado y de la Fiscalía de Madrid testificaron que la prensa ya conocía las negociaciones antes de las supuestas filtraciones de García Ortiz, y que el debate interno en la Fiscalía sobre cómo manejar la comunicación reflejaba discrepancias significativas.
















