La máxima responsable de la Fiscalía Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, ha defendido la transparencia en el intercambio de información con sus superiores respecto a los correos electrónicos que supuestamente fueron filtrados por el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, desestimando cualquier acto de clandestinidad. Esta revelación se ha dado en el contexto de su declaración como testigo en el juicio que se inició este lunes en el Tribunal Supremo, en relación con la presunta filtración durante la noche del 13 de marzo de 2024 de un email enviado el 2 de febrero por la defensa de González Amador a la Fiscalía.
La fiscal Rodríguez ha remarcado que ya desde el 7 de marzo estaba alertada sobre la relevancia del caso, tras recibir una llamada de un periodista y un requerimiento de información del ‘número dos’ de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, Diego Villafañe. Ante esto, procedió a compartir de forma simultánea los datos relevantes con la Fiscalía Superior, aunque ha reconocido que inicialmente la información estaba incompleta. Rodríguez ha subrayado que no hubo ningún intento por ocultar datos y ha insistido en que su conducta siempre estuvo guiada por la obligatoriedad de mantener informados a sus superiores.
En relación a las acusaciones de filtración, Rodríguez ha diferenciado claramente entre ‘publicidad’ y ‘filtración’, argumentando que la Fiscalía generalmente está obligada a la primera, pero que en este caso concreto no se realizó ninguna nota de prensa. Ha criticado a la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, por considerar sus comentarios como un ‘exabrupto’ sin fundamentos, desligándose así de cualquier responsabilidad en la supuesta filtración.
Además, ha explicado el proceso de aprobación de una nota de prensa entre el 13 y el 14 de marzo, admitiendo que dio su conformidad a la versión final, aunque ha mencionado que ha aprendido la lección de borrar ciertas conversaciones que podrían ser comprometedoras. La fiscal ha confesado que su comentario sobre añadir ‘un poco de cianuro’ a la nota era simplemente un desahogo personal ante las críticas recibidas.














