La presidenta del Congreso Meritxell Batet ha inaugurado el Curso de Verano de la Asociación de Periodistas Parlamentarios «Elecciones, gobernabilidad y desinformación» que se prolongará hasta el miércoles 28 cuando lo clausure la vicepresidente de la Cámara Alta Cristina Narbona. El curso organizado por la APP en colaboración con la URJC reunirá en sus jornadas a políticos, periodistas y sociólogos para reflexionar sobre el final de la XIV Legislatura que ha concluido con un adelanto electoral «tras cuatro años de polarización, graves enfrentamientos y erosión de las instituciones».
Por la tarde tendrá lugar la tradicional mesa de portavoces con representantes de PSOE, PP, VOX, Podemos y Ciudadanos que en esta ocasión abordaran la polarización y el consenso político. Mañana, Belén Barreiro presidenta de 40dB, María Martín DIRCOM de Gad3 y Pablo Simón profesor de Ciencia Política, Universidad Carlos III, debatirán sobre continuidad o cambio político de cara al 23J.
Bajo el titulo «Parlamento, Gobernabilidad y Credibilidad de las Instituciones», esta mañana Batet ha destacado tres factores que considera han contribuido al «claro retroceso» del sistema institucional en la actualidad: la quiebra de las reglas no escritas de la democracia; la utilización de la desinformación en el debate político; las prácticas encaminadas a la destrucción del adversario.
Quiebra de la contención institucional
Batet ha alertado de la amenaza que supone la quiebra de determinadas convenciones no escritas. Una «contención institucional» que radica en evitar tomar medidas que, «forzando la letra escrita de la ley, vulneran su espíritu, contraviniendo usos que siempre se habían respetado».
La presidenta ha puesto como ejemplo reformar una ley electoral antes de unas elecciones, sin contar con la oposición. O aprovechar que la Constitución prevé una mayoría reforzada para garantizar nombramientos por consenso para bloquear indefinidamente la renovación de un órgano constitucional como es el Consejo General del Poder Judicial.
Batet ha rechazado que la solución a esta problemática como se reclama desde algunos sectores sea una reforma del reglamento de las Cortes. «Creo que es mejor el uso del autocontrol, necesitamos auténticos demócratas que practiquen la contención en el ejercicio del poder».
Desinformación
Respecto al uso y la incorporación de la comunicación on line y las redes sociales en el juego político, la presidenta ha sostenido que «en lugar de construir un espacio público mejor informado y más libre, ha contribuido a crear un espacio público fragmentado en compartimentos estancos, donde se mezclan las fake news con las medias verdades, e incluso con los hechos alternativos».
Batet ha defendido que la libertad de expresión debe ser especialmente amplia, «y así lo he defendido desde la Presidencia», pero también ha objetado que «las opiniones por muy duras, acerbas o hirientes que sean deben estar siempre acompañadas de una base fáctica suficiente».
Deshumanización
La presidenta, también cabeza de lista por Barcelona del PSOE en las próximas elecciones generales, ha sostenido que «demasiados políticos basan sus opciones electorales en construir una imagen del adversario que se pueda identificar como el mal absoluto, al que es legítimo despreciar».
Una táctica que opina ha derivado en representantes sin ninguna propuesta «pues el único elemento movilizador de ese voto es la destrucción del adversario previamente demonizado». Batet también ha mostrado su preocupación por la cosificación del otro, reducido a algo contra lo que se puede «insultar de manera desinhibida«.
Institucionalidad democrática
A lo largo de toda su intervención la presidenta ha hecho especial hincapié en la «institucionalidad democrática», una práctica que considera esencial que ejerzan todos los representantes democrático. Una actitud que ha descrito como «tener siempre en mente que nuestros actos, nuestras acciones y nuestras intervenciones, deben fortalecer la credibilidad de las instituciones democráticas, en lugar de debilitarla».
«Practicar la institucionalidad democrática es plantear nuestras diferencias en gran parte de los asuntos públicos, pero también ser capaces de coaligar esfuerzos y cooperar», ha remarcado.
Batet considera imprescindible dentro de esta institucionalidad democrática un cierto consenso institucional en torno a la legitimidad de las opciones políticas y la alternancia en el poder. «En una democracia avanzada no hay Presidentes ni Gobiernos ilegítimos«, ha concluido.