El Senado volverá a reformar su Reglamento, por tercera vez en la legislatura, y todo apunta a que lo hará sin consenso entre PP y PSOE. El pleno de esta semana de la Cámara Alta aborda la propuesta del Grupo Popular para determinar el procedimiento por el que el Senado podrá incluir asuntos en el orden del día de las sesiones de la Conferencia de Presidentes. Y lo hará en menos de un día, el plazo en principio previsto desde que el Pleno tome en consideración la iniciativa hasta su aprobación definitiva.
El texto del PP aborda una competencia reconocida al Senado por el último Reglamento de la Conferencia de Presidentes —en su artículo 5.2.b)—, aprobado en marzo de 2022, pero cuyo desarrollo aún estaba pendiente por parte de la Cámara. El mecanismo planteado por los populares es simple: se incluye un nuevo artículo, el 189 bis, por el que se remiten para su inclusión en el orden del día de la Conferencia de Presidentes aquellos asuntos solicitados por mayoría absoluta de los senadores, a través de un escrito dirigido a la Mesa del Senado.
A TIEMPO PARA CANTABRIA
La Conferencia, que no se reúne desde marzo de 2022, se creó para la cooperación política entre el Gobierno de España y los gobiernos autonómicos. Lo forman el presidente del Gobierno, el ministro de Función Territorial y los presidentes de las CCAA y las ciudades de Ceuta y Melilla.
La próxima cita está prevista para comienzos de diciembre, en Cantabria. La reunión del Comité Preparatorio, donde se abordará el orden del día, será el próximo 28 de octubre, en Madrid, cinco días después de que se apruebe la reforma del Reglamento del Senado. De esta forma, el PP, con mayoría absoluta en la Cámara, podrá incluir los asuntos que estime oportunos, a través de la Cámara Alta. El reglamento de la Conferencia de presidentes también permite hacerlo por acuerdo de 11 presidentes autonómicos o de ciudades autónomas.
No obstante, no será esa la única propuesta a debatir en la sesión. Desde el Grupo Parlamentario Socialista se ha registrado una alternativa, más detallada. En primer lugar, rebaja a dos grupos parlamentarios o 25 senadores el umbral para poder sugerir asuntos a tratar en la Conferencia. Además, fija un calendario de tramitación para estas peticiones (quince días), que deberán pasar por la Comisión General de las Comunidades Autónomas, donde se elaborará un informe que determine si los asuntos sugeridos se ajustan o no al reglamento de la Conferencia. Finalmente, sería el Pleno del Senado el encargado de votar las propuestas tras haberlas debatido.
Apenas medio día para enmiendas
Salvo nuevos acuerdos de la Mesa, el calendario de tramitación de la reforma del Reglamento deja unos plazos tan ajustados que llegan a solapar la sesión de la Comisión de Reglamento con el comienzo previsto para la sesión de pleno del miércoles. La sesión plenaria, que se desarrolla entre el martes por la tarde y el miércoles, comenzará a las 16:00 horas del 22 de octubre, con la sesión de control al Gobierno, que suele extenderse alrededor de 1:45-2 horas. A continuación, se celebrarán dos interpelaciones (aproximadamente otra hora), por lo que el debate de toma en consideración y la votación posterior pueden irse más allá de las siete de la tarde del martes.
Una vez que la iniciativa sea tomada en consideración (el PP tiene mayoría absoluta en la Cámara), se abrirá el plazo para registrar enmiendas, de apenas mediodía, hasta las 9 de la mañana del día siguiente, miércoles, 23 de octubre. Media hora después del cierre del plazo, a las 09:30, está previsto que se reanude la sesión plenaria.
CALENDARIO DE TRAMITACIÓN
* 22 octubre, desde 16:00 horas: toma en consideración por el Pleno.
* 22 de octubre, al final de la sesión: se abre plazo para registrar enmiendas.
* 23 octubre, hasta las 09:00 horas: fin del plazo para registro de enmiendas.
* 23 de octubre, 09:30 horas: reanudación del pleno.
* 23 de octubre, 09:30 horas: sesión de Comisión de Reglamento.
* 23 de octubre, hasta las 12:00 horas: fin del plazo para registro de votos particulares.
* 23 de octubre, hacia final del pleno: aprobación del dictamen de comisión.
Para la misma hora, está planificada la sesión de la Comisión de Reglamento. En ella, si hay enmiendas registradas, se tienen que debatir las mismas y se debe elaborar informe sobre la propuesta de reforma del Reglamento y dictaminar sobre el mismo. Dada la mayoría absoluta del PP en la comisión y lo ajustado de los tiempos es probable que propongan que como informe se tome directamente el texto ya registrado de la proposición.
En el caso de que haya enmiendas y estas no sean aceptadas, se habilitará un plazo para presentar votos particulares, hasta el mediodía. Finalmente, como penúltimo punto del orden del día de la sesión del miércoles se debatirá en el Pleno el dictamen de la comisión, que se votará minutos más tarde.
Una práctica para tiempos de consenso
Un repaso a las reformas previas de los Reglamentos del Congreso o el Senado demuestra que la celeridad en los tiempos impuesta en esta ocasión por la mayoría del PP en la Cámara no es algo inédito en este tipo de trámite legislativo. Más de la mitad de las modificaciones obedecen a cambios en los nombres o competencias de las comisiones parlamentarias para ajustarlas a los cambios que se van produciendo en la estructura del Gobierno. Este tipo de reformas tradicionalmente se han salvado con amplio consenso entre grupos o directamente se han aprobado por unanimidad.
Hasta esta legislatura, de 41 reformas del Reglamento del Congreso o el Senado, solo dos se hicieron con el rechazo del PP o el PSOE
Sin embargo, no parece que sea ese el clima en el que vaya a llevarse a cabo la reforma actual. Hasta el momento no ha habido conversaciones entre PP y PSOE para una negociación, como confirman a Demócrata desde los respectivos grupos parlamentarios, si bien desde el Socialista mantienen abiertas todas las vías.
Una legislatura sin acuerdos
En lo que va de legislatura, ya ha habido otras dos reformas de calado con gran confrontación entre PP y PSOE.
El periodo arrancó con la decisión unilateral de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, de permitir el uso de las lenguas cooficiales en casi todos los trámites de la Cámara, algo que no se contemplaba de ninguna manera en el Reglamento. Después de autorizarlo, el PSOE junto a los grupos nacionalista iniciaron una reforma del Reglamento cuya toma en consideración de produjo un martes, 19 de septiembre, a las 15:00 horas, con tiempo para presentar enmiendas hasta las 18:00 del día siguiente. La modificación quedó aprobada finalmente, con la oposición de PP, Vox y UPN, el jueves 21 de septiembre.
En una semana completó el Senado otra reforma del texto por el que se rige su funcionamiento. Con la Ley de Amnistía en tramitación en el Congreso, la mayoría del PP sacó adelante con el apoyo de Vox y UPN y la negativa del resto, la modificación para dar a la Mesa la potestad de decidir sobre la tramitación de urgencia de las proposiciones de ley remitidas por el Congreso. El cambio se encuentra recurrido ante el Tribunal Constitucional por el Grupo Socialista.
Lenguas y jueces del Constitucional, los precedentes
Hasta el inicio de la actual legislatura (la XV), de las 25 reformas del Reglamento del Senado y las 16 del Congreso llevadas a cabo con anterioridad, solo en dos ocasiones se habían hecho sin acuerdo entre socialistas y populares: el PP se opuso a dos (y en otras dos se abstuvo), todas durante los mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero.
La primera negativa llegó en 2007, cuando se alteró el procedimiento por el que Senado elige a cuatro magistrados del Constitucional. La otra fue en 2010, cuando se introdujo en el Senado el uso limitado de las lenguas cooficiales. En ambos casos, transcurrieron al menos dos meses desde que comenzó la tramitación hasta que fueron finalmente aprobadas.
















