La vicepresidenta primera del Senado Cristina Narbona ha clausurado el curso de verano de la Asociación de Periodistas Parlamentarios en colaboración con la URJC. Poniendo fin a tres días de debates en los que han reunido a políticos, periodistas y sociólogos para reflexionar sobre el final de la XIV Legislatura «tras cuatro años de polarización, graves enfrentamientos y erosión de las instituciones». Narbona ha agradeciendo la invitación a la APP, «soy hija de periodistas» y ha reconocido que esa fue su primera vocación.
La vicepresidenta ha lamentado que el adelanto electoral haya frenado la propuesta de reforma del Reglamento del Senado que había sobre la mesa, «nos ha restado un par de meses que hubiesen podido ser decisivos». Un conjunto de modificaciones, «algunos de los cuales habrían requerido la modificación del texto constitucional», con el objetivo de que la Cámara Alta juegue un papel más diferenciador según ha señalado. «Hay que evitar ser una Cámara de segunda: o bien nos quedamos sin Senado o le damos más responsabilidad y capacidad de la que tiene ahora», ha sostenido la también presidenta del PSOE.
Para Narbona la mejora y actualización del Reglamento pasaría por un cambio en el recorrido de las leyes. Considera que los senadores disponen de muy poco tiempo, tras el paso de las normas por el Congreso, para incluir modificaciones y «sobre todo, al igual que hacen los diputados, para poder reunirse con organizaciones y exportas y organizar ponencias, lo cual enriquece el debate parlamentario».
En este sentido, la vicepresidenta ha puesto el foco en las leyes con «fuerte impacto territorial«, como las del uso del agua, que en ocasiones llegan al Senado sin unanimidad dentro de los propios grupos parlamentarios y suscitan problemas entre los senadores.
Otro de los puntos que ha reconocido Narbona se debatió en la propuesta de reforma es la posibilidad de limitar la producción de preguntas al Gobierno, «en muchos casos se repiten las mismas que se han hecho en el Congreso».
Respecto a la condición de cámara territorial del Senado, Narbona cree que la cristalización de este hecho y el arraigo territorial debe de venir por los propios senadores, su labor y reivindicación, y no de una potencial reforma del Reglamento.
Al hilo del título de su intervención «Desafección y polarización política«, la vicepresidenta también ha lamentado que el Senado se haya convertido en una Cámara «que refleja la creciente polarización de la sociedad«. Considera que el uso de insultos en los debates disminuye la calidad institucional, «el ruido oculta en gran medida el trabajo parlamentario».