El Congreso aprobará en apenas unos días las leyes para traspasar la gestión de los nuevos impuestos a País Vasco y Navarra y la nueva metodología del llamado cupo vasco. El PSOE, el PP y el PNV han presentado un escrito a la Mesa del Congreso para pedir su tramitación por el procedimiento de urgencia y su tramitación directa y en lectura única.
El procedimiento de urgencia acorta a la mitad los plazos a los que se somete una iniciativa. La declaración de urgencia es aprobada por la Mesa, a iniciativa del Gobierno, dos grupos parlamentarios o una quinta parte de los diputados de la Cámara (70 diputados).
La tramitación directa y en lectura única de una iniciativa supone su aprobación, en su caso, en una sola votación. Esta vía debe ser aprobada por el Pleno de la Cámara, a propuesta de la Mesa y oída la Junta de Portavoces.
Las iniciativas en cuestión son los tres proyectos de ley aprobados por el Gobierno en el Consejo de Ministros del 31 de enero.
El primero de ellos renueva la metodología del cupo con el acuerdo alcanzado por el Gobierno con el Ejecutivo vasco, que fijó el cupo líquido provisional para 2022 en 1.467 millones de euros.
Esta es la cantidad que País Vasco paga cada año al Estado para financiar servicios de interés general no transferidos a esta comunidad autónoma.
Las otras dos reformas adaptan los conciertos económicos del País Vasco y Navarra a los últimos cambios en el ordenamiento tributario (el nuevo Impuesto temporal de solidaridad sobre las grandes fortunas, los cambios en el Impuesto sobre gases fluorados de efecto invernadero y el nuevo Impuesto especial sobre envases de plástico no reutilizable).
También se incorpora al Concierto vasco el Impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, la incineración y la coincineración de residuos.