Cinco grupos políticos del Parlamento Europeo, (que en total suman alrededor del 80% de la cámara) se han opuesto a la propuesta del Marco Financiero Plurianual (MFP) 2028-2034 presentada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Dicha oposición se materializó el pasado 30 de octubre a través de una carta firmada por los presidentes de los grupos parlamentarios del Partido Popular Europeo, el partido Social Demócrata, Renew y los Verdes, a la que hay que añadir otra misiva de un quinto partido.
La Eurocámara espera que antes del 12 de noviembre, la Comisión Europea dé un paso atrás en su propuesta presupuestaria y acoja alguna de las modificaciones planteadas, ya que los partidos que enviaron la carta a von der Leyen son los que también frenaron las tres mociones de censura presentadas contra ella en la actual legislatura.
Por otra parte, diversas fuentes de la Comisión Europea consultadas por Demócrata también esperan que su presidenta mueva ficha en los próximos días, aunque dejan claro que tampoco se contempla continuar con el modelo actual y fomentar el “statu quo”, ya que el actual grupo de comisarios tienen muy claro que quieren un sistema más sencillo y flexible con el que se pueda hacer frente a las futuras crisis.
¿Qué rechaza el Parlamento Europeo?
La carta de los principales partidos representados en el Parlamento Europeo es un movimiento significativo porque, en el proceso de los presupuestos, la Eurocámara solo puede emitir su voto al final de las negociaciones, afirmando o negando el proyecto, y en esta ocasión ha preferido anunciar previamente sus límites en lugar de esperar al final.
La principal oposición hace referencia al nuevo modelo de gobernanza en el reparto presupuestario que la Comisión Europea propone, unas nuevas reglas de juego que la Comisión ha diseñado tras la experiencias del Covid, la invasión a Ucrania, las sequías y las riadas y que, en opinión del Ejecutivo comunitario, darían más flexibilidad para reaccionar y más responsabilidad a los estados miembro.
Este nuevo sistema se inspira en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, de los fondos Next Generation, y también en el Plan Estratégico de la Política Agraria Común que se aplica en la PAC de 2023-2027.
Peticiones del Parlamento
Sin embargo, el Parlamento no lo ve de la misma forma, por ello, en la misivia enviada a la presidenta europea establecen una serie de condiciones.
En primer lugar, rechazan la principal novedad del presupuesto, la creación de un “Plan de Colaboración Nacional y Regional” por cada estado miembro que servirá para repartir el presupuesto. En opinón del Parlamento, este sistema supone una “renacionalización” o una Unión Europea “a la carta” que conducirá a la fragmentación y a la ruptura del principio de solidaridad entre países.
La Eurocámara también exige que en lugar de entregar los fondos en un “sobre por país” (en el que desaparecen los fondos estructurales tradicionales como el FEAGA, FEOGA, FSE, FEDER, etc.), se sigan manteniendo políticas independientes en agricultura, pesca, cohesión, políticas sociales y asuntos interiores, con partidas específicas reguladas. Al agruparlas todas sin diferenciarlas, se diluye su función específica y se difuminan.
El Parlamento Europeo propone un sistema de gobernanza multinivel bien establecido entre la Comisión Europea, los estados de los países miembro, las regiones y las autoridades locales, ya que la Política de Cohesión no puede estar exclusivamente gestionada por los gobiernos nacionales o centrales.
En cuanto a la Política Agraria Común, PAC, exige un marco específico propio para preservar la mayor igualdad entre los perceptores de ayudas y evitar que las medidas que adopte un estado miembro lleve a que los agricultores de otros estén en desigualdad de condiciones a la hora de competir en el mercado.
Por último, el Parlamento Europeo solicita participar en la aprobación y modificación de los planes que presenten los estados miembro mediante actos delegados e integrarse en el “mecanismo de orientación política” que sirve para dirigir el presupuesto anual de la Unión Europea. En opinión de gran parte de la Eurocámara, el modelo “dinero a cambio de reformas” presenta un déficit democrático que es necesario supervisar para que las reformas estén directamente relacionadas con las inversiones que se realicen.
La presidenta de la Comisión Europea presentó su propuesta de presupuestos el pasado 16 de julio y se espera que la negociación dure hasta mediados o finales de 2027, aunque algunas fuentes de Bruselas no descartan que estos tiempos se alarguen.











