Cuando pienso en accesibilidad no veo reglamentos, veo historias reales. Una potencial clienta que abandona una compra porque la web de entradas no entiende su lector de pantalla. Un paciente en urgencias que escucha alarmas sin saber qué significan. Una persona mayor que cada semana se pierde entre señales confusas y pasillos idénticos. Son historias pequeñas, repetidas miles de veces. Inevitables hasta ahora.
Entre otras responsabilidades, tengo la fortuna de dirigir Accessible EU, una iniciativa de la Comisión Europea que ayuda a convertir la normativa en práctica. En mi día a día no dejo de pensar algo sencillo: la accesibilidad es priorizar la función sobre la forma sin olvidar la belleza. Las aplicaciones móviles de servicios básicos adaptadas ofrecen comodidad, la comunicación comprensible con los servicios de emergencia es sinónimo de seguridad y la posibilidad de aumentar el tamaño de las famosas letras pequeñas nos permite estar actualizados como todos. No hablamos de amabilidad, hablamos de igualdad de condiciones.
Cuando analizo un servicio público o un hospital, el patrón se repite más de lo que me gustaría. El recorrido empieza en la puerta y, a los pocos metros, el diseño siembra dudas: carteles que compiten entre sí, iconos que nadie reconoce, alarmas que suenan sin indicar qué hacer de forma multimodal, pantallas con mensajes largos que no se leen a tiempo. No hace falta inventar soluciones heroicas, basta con ordenar lo necesario: una señal clara y consistente, indicaciones que se vean y se oigan, textos breves que cualquier persona comprenda en el tiempo necesario. Cuando eso está bien resuelto, baja la ansiedad, disminuyen los errores y mejora la experiencia de todas las personas.
La comunicación comprensible con los servicios de emergencia es sinónimo de seguridad
El reto para el sector empresarial ahora no es prometer, sino cumplir la Ley Europea de Accesibilidad, que entró en vigor el pasado 28 de junio. Cumplir pasa por dotar de presupuesto a las soluciones accesibles y formar a los responsables con capacidad de decidir. Significa que instituciones, sociedad civil y empresas caminemos en la misma dirección.
Cada vez que un servicio público arregla su web para ser accesible, bajan las quejas y sube el uso de esta. Cada vez que una estación añade información visual y acústica, mejora la puntualidad del viajero. Cada vez que un hospital optimiza la gestión de alarmas y reduce la sobrecarga sonora, disminuye el estrés del personal y aumenta la seguridad. La accesibilidad no es un coste extra: es eficiencia, calidad, sostenibilidad y responsabilidad social.
¿Qué pedimos hoy, Día Internacional de las Personas con Discapacidad? Podríamos pedir muchas cosas. Por ejemplo, que avance la tramitación de los proyectos legislativos en los que aportamos nuestra visión para facilitar la vida a las personas con discapacidad. Pero nos conformamos con que sea un día de reflexión y de acción. Que cada organización se tome en serio la accesibilidad en sus instalaciones. Que la formación en la accesibilidad deje de ser optativa, ya que supone la mejora del día a día de muchas personas. Y que las personas con discapacidad participen desde el inicio del diseño.
El cambio impone respeto, sí, pero empieza en decisiones muy concretas: un formulario que por fin se puede completar sin ayuda, unos servicios bancarios accesibles para los más mayores o una aplicación de streaming adaptada a todos los públicos…. No son cambios de titulares en portadas, pero sí de alto impacto. Hoy pedimos que la próxima vez que cualquier persona vaya a comprar una entrada, sea a la primera; que entienda una indicación sanitaria sin problemas y que llegue a su destino sin perderse. Ese será, para mí, el éxito de Europa.
La accesibilidad no es caridad ni marketing. Es profesionalidad, competitividad e impacto positivo. Si mantenemos a las personas en el centro, el próximo año celebraremos los casos de éxito. Y no habrá mejor noticia que esa.
SOBRE LA FIRMA:
Jesús Hernández Galán es director de Accesibilidad e Innovación de la Fundación de la ONCE y director de AccessibleEU












