En octubre, el sector servicios español experimentó una notable aceleración, alcanzando su pico más elevado en los últimos diez meses, tal como lo indica el índice PMI, que es fruto de la colaboración entre Hamburg Commercial Bank y S&P Global, cuyos detalles se dieron a conocer el miércoles pasado.
El estudio reveló que el PMI se incrementó a 56,6 puntos en octubre, partiendo de una cifra previa de 54,3. Este aumento se ha interpretado como un “fuerte y acelerado repunte” en el sector, prolongando a 26 meses la secuencia positiva de crecimiento.
Esta tendencia positiva fue impulsada principalmente por un incremento en el volumen de nuevos encargos, principalmente de clientes locales, lo que motivó a las empresas a expandir sus equipos hasta alcanzar los niveles más altos registrados desde julio. Además, la confianza respecto al futuro alcanzó su punto más alto en los últimos siete meses.
Aunque la inflación de los costes de adquisición se mantuvo “elevada”, hubo una ligera reducción a los mínimos de tres meses debido al aumento en los costes salariales, energéticos y de combustible. Los precios de venta, por otra parte, experimentaron un ascenso superior al del mes de septiembre.
“El sector privado español ha comenzado el último trimestre del año con significativo dinamismo. […] Las empresas del sector servicios continúan expandiendo sus plantillas para seguir el ritmo […]. Este fenómeno también se refleja en el crecimiento de los pedidos pendientes de completar, que han aumentado por cuarto mes consecutivo”, explicó Jonas Feldhusen, economista júnior de Hamburg Commercial Bank.
“La evolución de los precios sigue siendo una preocupación. Tanto el índice de precios de compra como el de venta están muy por encima de los niveles vistos entre 2009 y 2020. Los encuestados reportaron un incremento en los costes de personal y energéticos, lo que ha llevado a muchas empresas a ajustar sus precios al alza”, añadió.
Según el analista, los datos tanto del sector industrial como de servicios sugieren un crecimiento del PIB cercano al 3%, posición que podría mantener a España en 2025 entre las cuatro principales economías de la eurozona.
















