QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
La portavoz de Vox en el Parlament, Manuela Cañadas, ha agradecido este jueves el voto en contra del PP en la Comisión del Estatuto del Diputado que ha evitado elevar a pleno la suspensión de derechos y deberes del presidente, Gabriel Le Senne, y ha celebrado que «estén aprendiendo de Vox a dar la batalla cultural y que ya no tengan tanto miedo a la izquierda».
En declaraciones a los medios en el Parlament a la salida de la comisión, Cañadas ha celebrado que se haya puesto fin la «comedia» y ha desligado la cuestión del presidente de la Cámara del acuerdo con el PP para aprobar los presupuestos autonómicos. «El PP es un partido constitucionalista que cree en la presunción de inocencia», ha apuntado.
Por parte del PSIB, el diputado Carles Bona ha acusado al PP de «proteger a la extrema derecha» y «mirar hacia otro lado».
«El Parlament no puede ser cómplice del odio del que tendrá que responder Le Senne ni del odio que impregna los acuerdos entre PP y Vox», ha afirmado, asegurando que la presidencia del Parlament «no puede sostenerse sobre una indignidad».
El diputado de MÉS per Mallorca Ferran Rosa ha argumentado que al margen de la apertura del juicio oral por la presunta comisión de un delito de odio, Le Senne no puede seguir al frente de la Cámara autonómica «por el simple hecho de la violencia, en lugar de las prerrogativas que le da el reglamento», en relación al incidente con las fotos de Aurora Picornell y las Roges del Molinar.
El ecosoberanista ha criticado que el PP «haya preferido su silla en el Consolat de Mar, aprobar los presupuestos, aprobar el decreto de los pelotazos urbanísticos que la honorabilidad de la Cámara».
La portavoz de Unidas Podemos, Cristina Gómez, ha advertido que Le Senne no es un diputado raso y que en el momento que se siente en el banquillo de los acusados como presidente del Parlament, también la estará representando a ella y al resto de parlamentarios. Gómez también ha cargado contra el PP, a quien ha acusado de pensar sólo «en el trono de Prohens».
Para la diputada de la formación morada, la cuestión va más allá del delito de odio, al entender que Le Senne, desde el momento que empleó la violencia, quedó incapacitado para seguir como segunda autoridad de Baleares.
