La próxima semana, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, tiene programada una visita a China para participar en el desfile militar del 3 de septiembre, que conmemora los 80 años del término de la Segunda Guerra Mundial. Este evento marca su primera visita en seis años al país vecino y coincidirá con la presencia del presidente ruso, Vladimir Putin, y otros 25 líderes mundiales.
Según la agencia de noticias estatal de Corea del Norte, KCNA, Kim ‘visitará pronto la República Popular China por invitación de Xi Jinping’. Durante el evento, se anticipa que Xi Jinping inspeccione las fuerzas armadas en la emblemática plaza de Tiananmen.
El Ministerio de Exteriores de China ha confirmado que, además de Kim, asistirán representantes de alrededor de veinte naciones, incluyendo a Rusia, Armenia, Cuba, Birmania, Irán, Bielorrusia, Pakistán y Venezuela.
Ante la noticia de la visita de Kim a China, Kang Hoon Sik, líder de la oficina presidencial de Corea del Sur, reveló que Seúl ya estaba al tanto de estos planes antes de su anuncio público y mencionó que la reciente cumbre en Washington entre Donald Trump y Lee Jae Myung, presidentes de EE. UU. y Corea del Sur respectivamente, estuvo relacionada con este desplazamiento.
‘El Gobierno (surcoreano) ya era consciente de esto (antes del anuncio)’, mencionó Kang, quien además indicó que dicho encuentro fue influenciado por estos desarrollos, aunque no proporcionó más detalles. Trump también expresó su interés en reunirse con Kim antes de fin de año y sugirió la realización de una cumbre entre Lee y el líder norcoreano.











