El ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, confirmó desde Copenhague este sábado que Hungría es el único país que se ha opuesto a firmar una nueva declaración contra Rusia y ha reafirmado su rechazo a aumentar el gasto militar para Kiev, a imponer nuevas sanciones y a apoyar el ingreso de Ucrania en la Unión Europea.
«Bruselas y la mayoría de los Estados miembro de la Unión Europea quieren enviar a Ucrania decenas de miles de millones de euros del dinero de los europeos y utilizarlo para comprar armas y mantener al Ejército ucraniano», indicó Szijjártó en una reunión informal de ministros de Exteriores en Copenhague, según informes de la prensa húngara.
Adicionalmente, expresó que también «quieren gastar decenas de miles de millones de euros para pagar a los soldados ucranianos, comprar drones y gestionar el Estado ucraniano».
Declaración y Disputas
La declaración que se rechazó condenaba el ataque a la sede de la UE en Kiev, afectada por un ataque ruso. En un vídeo en Facebook, el ministro de Defensa húngaro, Kristóf Szalay-Bobrovniczky, acompañante de Szijjártó, relató que tuvo un intenso intercambio con Kaja Kallas, alta representante de la Política Exterior de la UE, quien «me atacó por cambiar nuestra posición sobre el apoyo económico a Ucrania y por la conocida postura pacifista de Hungría desde el inicio del conflicto».
«Este comportamiento es inaceptable y completamente fuera de lugar con respecto a las normas europeas, pero me ha dado la oportunidad de exponer otra vez la postura de Hungría y destacar otra vez que el final de esta guerra no será en el campo de batalla, ni con una solución militar, así que hay que dejar espacio a las iniciativas diplomáticas del presidente (Donald) Trump (…). Esa es la única forma de poner fin a esta terrible guerra», argumentó Szalay-Bobrovniczky.
Szijjártó también criticó que la UE parece estar preparándose para un conflicto prolongado, mostrando poco interés en el éxito de las negociaciones de paz. «La Comisión Europea prácticamente ha actuado como la Comisión Ucraniana (…) representando los intereses de Ucrania, y no los de los Estados miembros».
Por último, Szijjártó condenó la indiferencia de Bruselas hacia los húngaros en Transcarpatia, Ucrania, y su desprecio por las normas que restringen el uso del húngaro. «Si la Unión Europea quisiera ayudar realmente podría haber recuperado fácilmente la situación de 2015, cuando los húngaros de Transcarpatia tenían derecho a utilizar su idioma natal en la educación, la cultura y la administración pública», señaló. Además, reiteró su oposición al ingreso de Ucrania en la UE, alegando que «destruiría a los agricultores húngaros, la seguridad alimentaria húngara y permitiría entrar a la mafia ucraniana» y enfatizó que no apoyarán sanciones contra empresas energéticas clave para Hungría ni permitirán que Bruselas imponga un gobierno ‘títere’ en Budapest.
















